Zinedine Zidane tiene trabajo extra. A la tarea de acabar dignamente la temporada y luchar por la segunda plaza de Liga y la Champions, se le une la planificación del próximo curso. A pesar de los mensajes de cautela del técnico, se mantendrá en el cargo en la 16/17, temporada para la que ya tiene descartes.
Informa ABC de que la responsabilidad será total para el francés, que ya ha elevado a la directiva una lista de posibles descartes. Se trata de cuatro jugadores de diferentes estatus en la plantilla y que este año han tenido algún que otro encontronazo dentro del club. James, Isco, Benzema y Jesé forman la lista de sospechosos.
Entre los criterios que se esgrimen para pensar en sus salidad hay de toda índole: deportivos, extradeportivos, judiciales, económicos, estratégicos… una amalgama de razones que llevarían a una revolución a pequeña escala en el centro del campo y la delantera.
En el caso de James, todo se debe a una cuestión de confianza. La que el jugador ha perdido en sí mismo y la que el entrenador también ha perdido en el ’10’. El colombiano está bajo sospecha y si no mejora sus prestaciones de aquí a final de curso, probablemente estará fuera.
Con Isco pasa lo mismo. Su caso es casi calcado al de su compañero en la mediapunta (y el banquillo), y ya no cuenta con el apoyo inquebrantable de un Zidane que se ha sentido traicionado por un rendimiento muy por debajo de lo esperado. Las ofertas llegarán por el malagueño, y si la situación no mejora, se escucharían en verano.
Respecto a Jesé, se plantea seriamente una cesión que no ha llegado en los últimos años, al igual que la que se suponía iba a ser la explosión de un futbolista prometedor. Eso sí, en todo caso el club se aseguraría una repesca. El antecedente de Morata aún escuece.
El último caso es el más complicado. Karim Benzema no sería vendido solo por motivos deportivos. En el fondo del contexto se encuentran sus problemas con la Justicia (llamado a declarar como testigo en un caso de blanqueo y tráfico de drogas e imputado en el ‘caso Valbuena’), y de cómo se resuelvan dependerá en parte su futuro.
Además, la intención de fichar a Lewandowski le dejaría fuera, ya que el club no desea tener dos delanteros de tan alto nivel para evitar conflictos derivados de la competitividad.
Cuatro jugadores, cuatro casos difíciles. Son las primeras víctimas de la primera criba de un Zinedine Zidane que se verá obligado a tomar decisiones igual o más de complicadas. La construcción del Real Madrid 2016/2017 echa a andar entre bambalinas.
DC | El Economista