Los presos del centro penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana protagonizaron un motín el pasado 18 de marzo que se extendió durante cuatro días, manteniendo secuestradas a 18 personas, entre ellos custodios y otros funcionarios que prestaban servicio en el penal.
Entre los secuestrados se encontraba Édgar Adolfo Marín, un custodio del centro, quien murió al explotar una granada con la que los reclusos intimidaban a sus víctimas tras pasar cuatro días sin recibir alimentos ni la visita de la ministra para Servicios Penitenciarios, Iris Varela.
La hermana de Marín informó que el cadáver de su pariente fue cambiado por yuca y pollo.
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