El primer trimestre del año ha sido fatal para la economía venezolana y más aún para nuestras reservas internacionales, las cuales siguen en franco descenso desde enero de este año.
Datos del BCV indican que, hoy, la cifra apenas se encuentra en 13.278 millones de dólares, es decir, 19% menos que enero del presente año.
Los números reflejan que el nivel de las reservas es similar al monto reflejado hace 17 años. Incluso, estarían muy lejos del récord de los $ 43.054 millones de diciembre de 2008, cuando los precios máximos del crudo escalaron hasta el histórico de los 132 dólares por
barril.
El mes pasado, el presidente del BCV, Nelson Merentes, confirmó que se estaban realizando “canjes a cambio de efectivo” en medio de la profunda caída de los ingresos petroleros. “Es normal, todo banco central hace eso (…) hemos decidido en el directorio hacer ‘swap’ para buscar liquidez”, dijo en esa oportunidad el presidente del ente emisor, agregando que se han pactado de estos contratos con “muchos bancos”, sin dar mayores detalles.
Para detener que el monto siga descendiendo, el Gobierno ya se trazó una serie de estrategias que lo ayuden a obtener una mayor cantidad de billetes verdes“frescos”. Sus esfuerzos se centran en el oro físico que aún quedan en las bóvedas del BCV y las reservas existentes en el arco minero, que generarían ingresos al país —según el propio ministro para el Petróleo y Minería, Eulogio Del Pino— más de 280.000 millones de dólares.
Firmas como Econométrica proyectan que del total de los recursos que se disponen en el BCV, apenas un 3% son en divisas (en este caso, apenas unos 398 millones de dólares que se denominan líquidas) y el restante es en oro.
DC | PA