Lograr la sintonia orgásmica con tu pareja repotencia el deseo sexual

Buscar que la pareja alcance el clímax al mismo tiempo puede convertirse en una frustración si no se entiende como algo natural y espontáneo. Eso sí, sentirlo es una experiencia muy placentera que puede potenciar el deseo sexual.

Los seres humanos tenemos una codificación para el sexo que se va nutriendo con nuestras experiencias. A muy pocos les enseñan a tirar. En las clases de educación sexual, que por cierto, me las daba una monja, a duras penas memoricé que la puntica también embaraza. Esa clase de la que hablaban mis amigas de la universidad donde les explicaron cómo poner un condón en un banano a mí me la quedaron debiendo; calculen ustedes mi formación adolescente en estas mieles.

Eso sí, tuve dos hermanos que a los 15 años me querían mandar con condón a las fiestas y que se paseaban por toda la casa desnudos. Menos mal, porque la primera vez que vi un pene, a los 18, no salté de la cama despavorida, ya conocía dos y no me parecían nada del otro mundo.

Cuando uno empieza a tener sexo llegan las preguntas, las dudas, las inquietudes que se van resolviendo con diferentes fuentes: amigas y primas (principalmente), noches de clímax de Cinemax, la hora erótica de The film zone, y uno que otro amigo abierto que no duda en compartir su conocimiento y guiar a su amiga inquieta  novata.

Lo del orgasmo simultáneo, por lo menos en mi caso, nunca me lo explicaron. Para mí era importante que ambos alcanzáramos el orgasmo en la hora preferida del cuerpo de cada uno, pero que los dos lo lográramos. Con el tiempo fui entendiendo que si lo hacíamos en sincronía la situación iba a alcanzar niveles de satisfacción inesperados, y que para conseguirlo era importante la comunicación y uno que otro sacrificio.

Cuando tenemos una pareja estable aprendemos a leer sus señales. Sabemos en qué momento está calentando motores, reconocemos la respiración cuando empieza la recta que lo lleva al clímax, y entendemos los gemidos que anteceden su orgasmo. Así que alcanzar el placer máximo al mismo tiempo no parece una labor titánica, al contrario, tenemos los comodines que nos pueden conducir a esta meta. Sin embargo, no es fácil si alguno de los dos no está conectado con el objetivo. Ya sea la mujer o el hombre, alguno debe estar pendiente de los signos para lanzarse a su tarea también.

“Ver que el otro está sintiendo lo mismo que yo, incrementa mi excitación. Sé que no es fácil pero cuando lo logro ¡es un hit! Una bella coincidencia que deja un sabor a gloria”, me contaba mi mejor amiga. Yo tengo que confesarlo, no me gusta convertirlo en una obsesión. Detesto empezar una faena sexual con un montón de tareas que no me dejan concentrarme en el momento, como dice Eckhart Tolle, en El poder del ahora.

Si la logramos y si veo que yo puedo aguantar un poco más (soy experta controlando los tiempos de mi orgasmo, he aprendido a moverme de manera retardante o veloz) me pongo la camiseta, pero no lo convierto en una testarudez que no me deja disfrutar de mi encuentro. Si se convierte en un objetivo final, y por cualquier razón no se consigue, puede convertirse en una frustración para la pareja que más adelante se volverá una presión que no los dejará disfrutar de manera sana y natural sus encuentros sexuales. Bienvenidos los orgasmos simultáneos cuando son sanos y espontáneos, no cuando son camisa de fuerza.

 

Unos consejos

– Alargar los juegos iniciales, el preludio, puede contribuir a alcanzar el orgasmo simultáneo. Mirarse a los ojos durante este momento es clave para sentirse conectados.

– Alcanzar el orgasmo simultáneo no es sinónimo de más o menos amor en la pareja. Esta es una idea romántica sin fundamentos.

– El orgasmo masculino dura entre 5 y 10 segundos, mientras que el femenino puede alcanzar hasta los 15 segundos. No es tarea fácil sincronizar estos tiempos.

Cromos

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