El ambiente de incertidumbre que se está viviendo en Venezuela ha puesto a los ciudadanos en desventaja para lograr mejorar su calidad de vida, mientras que, el gobierno que es quien tiene la posibilidad de tomar decisiones económicas ha demostrado que no tiene voluntad para hacer los cambios apropiados; por su parte, la oposición al gobierno se encuentra agobiada de no encontrar salidas a corto plazo que puedan provocar la renuncia del presidente o la realización de unas elecciones presidenciales.
La mayoría de los ciudadanos coinciden, sin importar sus tendencias políticas o religiosas, en que cada día le es más difícil lograr subsistir, que la inestabilidad en los precios de los productos y servicios, acompañados de la escasez y los bajos ingresos, los está acorralando a sumergirse en la miseria. Una sociedad que está ocupada en invertir horas, días y hasta semanas en encontrar alimentos, medicamentos, repuestos o cualquier cosa que se necesite, acompañado por los deficientes servicios públicos del agua, electricidad, transporte, gas, seguridad, salud, sentencia al país a llevarlo a una quiebra económica y moral.
Bajo este contexto, los ciudadanos están perdiendo el sentido de la solidaridad, debido que cada quien intenta resolver sus necesidades diarias, lo que les permite excusarse en las acciones y comportamientos inmorales. Lo que llama la atención es por qué el gobierno y los funcionarios públicos insisten en seguir tomando decisiones erradas, y por qué si los resultados son negativos no se rectifica. Es posible que el gobierno le esté dando otra lectura o sencillamente está convencido que ese es el camino a seguir y es la razón por la cual (a pesar del llamado a rectificar de aliados y opositores, de sectores productivos, de gremios profesionales, de universidades, de ex ministros, de los resultados electores del pasado 6 de diciembre de 2015) el gobierno sigue adelante en impulsar el fracasado modelo socialista que ha provocado que impere en la opinión pública el deseo de cambiar de gobierno para sustituir el modelo; y si el gobierno hubiese cambiado el modelo, de seguro en estos momentos no se estaría debatiendo la salida del gobierno.
Los ciudadanos acorralados, en vista de la paralización de soluciones por parte de los responsables, podrían coincidir en buscar otras opciones de salidas constitucionales como la aplicación del artículo 350 consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que expresa “El Pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la Libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”, o podría estallar una explosión social en cadena, porque ya se observan focos de explosiones sociales en todo el país que son arremetidas rápidamente por los cuerpos de seguridad, otros sueñan con una intervención militar mientras que otros se abocan al referéndum o enmienda. Predecir lo que pueda suceder cuando todo esta descontrolado es una tarea titánica, lo cierto es que la mesa está servida para incentivar acciones controladas por los grupos políticos y descontroladas por los ciudadanos.
La brecha de decepcionados en la clase política venezolana crece, lo que está fortaleciendo la anti política, siendo éste un factor que incentiva a la abstención y al voto nulo en futuras elecciones de gobernadores o referéndum, debido a que muchos ciudadanos no encuentran que los grupos políticos que gobiernan y aquellos que se le oponen al gobierno estén haciendo algo por solucionar la alarmante crisis presente. Como lo dijo Gerard Ranchef “Un gobierno acorralado es capaz de sacrificar el bienestar de sus gobernados por defender la permanencia en el poder, sin medir las consecuencias que pueda generar tal decisión”. Las salidas no constitucionales representarían un grave error que agudizaría más lo que se está viviendo. El diálogo y el entendimiento siguen siendo los caminos que deberían elegir los actores políticos para lograr salvar a Venezuela.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Emprendedor, Locutor / jcastillo@fundacionzuliaproductivo.com.ve / @castillomolleda