La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, admitió la posibilidad de derrota en la votación del impeachment que se realizará el domingo en la Cámara Baja. Los diputados decididos a votar por la destitución de Rousseff suman 320.
«Si yo pierdo, soy la carta fuera del barajo”, dijo la mandataria en entrevista concedida a un grupo de periodistas en el Palacio de Planalto.
Rousseff admitió que no posee el número necesario para detener el juicio político, pero expresó su determinación de luchar “hasta el último minuto” para salvar su mandato, razón por la cual decidió presionar personalmente a los parlamentarios que todavía apoyan al gobierno con el fin de asegurar los votos para salvar su gobierno.
Los diputados decididos a votar por la destitución de Rousseff suman 320, 111 están en contra y 82 legisladores están indecisos.
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