La primera vez que fuimos al médico (y me dijo que tenía el síndrome de Rokitansky) mi padre puso buena cara. Mi madre, sin embargo, no se lo tomó tan bien. Y fue devastador verla así.
No hablamos mucho de ello durante los primeros cinco años. Yo no podía. Me sentía destrozada y muy débil.
Mi madre cree que hizo algo mal durante el embarazo, aunque le expliqué que no era así; es una cuestión genética.
Pero lo cierto es que es un trastorno muy estigmatizado y mi mamá no fue la única persona que se lo tomó mal.
Lo más doloroso fue cuando mi pareja me dejó.
Yo tenía 21 años, vivía en Atenas (Grecia) y mi novio y yo estábamos comprometidos.
Y cuando le expliqué mi trastorno, decidió romper conmigo.
Pero eso forma parte del pasado.
Ahora tengo 27 años y una relación estable desde hace cinco. Mi novio supo sobre mi condición desde el principio y eligió estar conmigo.
Sabe que tal vez no tengamos hijos, y tanto él como yo lo hemos aceptado.
Y soy una de las más afortunadas.
Mi madré me llevó al médico cuando tenía 14 años porque todavía no tenía la menstruación, pero no me examinaron, y a los 16 me enviaron al hospital para que me hicieran unas pruebas.
Se dieron cuenta de que no tenía túnel vaginal y de que tenía el síndrome de Rokitansky.
Había nacido sin una vagina funcional y los doctores tendrían que fabricarme una para poder tener relaciones sexuales.
Al año siguiente, me operaron.
Todo salió muy bien. Estuve unas cuatro semanas en el hospital y después tuve que pasar tres meses en cama.
Hice ejercicios vaginales para poder expandir mi nuevo cuello uterino.
Mi nueva vagina era estrecha y pequeña, y me resultaba doloroso mantener relaciones sexuales.
Tuvieron que volver a operarme para expandir la entrada vaginal.
Después de eso, me encontraba bien físicamente, pero no tanto mentalmente; es una carga que va contigo y de la que no te puedes deshacer.
Algunas parejas abusaron emocionalmente de la situación y me costó años tener una relación estable.
Es una situación insoportable que te hace sentir un gran vacío y te llena de rabia, culpa y vergüenza.
Fue duro. Y me pasó factura a nivel físico y emocional.
DC|BBC