Tras realizar duras críticas al gobierno de Nicólas Maduro durante el fin de semana, y ser tendencia en las redes sociales, la ciclista venezolana Daniela Larreal denunció que la amenazaron de muerte.
Las incendiarias declaraciones de la atleta se tradujeron en una secuela de insultos, descalificaciones y amenazas en su contra por simpatizantes del chavismo, de tal manera que al parecer también le prohibieron la entrada al país.
“Quiero informar a los enfermos de poder que sus descalificaciones hacia mi persona no me afectan, me engrandecen como venezolana y lucharé”, publicó en la red social.
Pueblo de Venezuela a Raíz de mis declaraciones defendiendo a mi país , me están amenazando a muerte y prohibición de entradas mi país ….
— Daniela Larreal (@DanielaLarreal) 2 de mayo de 2016
Quiero informar a los enfermos de Poder que sus descalificaciones hacia mi persona no me afecta , me engrandece como venezolana y luchare
— Daniela Larreal (@DanielaLarreal) 2 de mayo de 2016
La crítica
Daniela Larreal, que antes defendía al oficialismo, criticó al gobierno en su cuenta de Twitter. Aseguró que su imagen fue utilizada para garantizar el poder del chavismo. “¿Por qué Maduro no hace colas como todos los venezolanos?”, se preguntó.
Acusó al mandatario nacional de tener fortunas y alimentos del “imperio”. Cuestionó el papel de las Fuerzas Armadas en el país y les pidió no ponerse más la bandera.
“Quítense la careta y salgan a defender la patria de Bolívar. Ya no tenemos Fuerzas Armadas. Apoyan a la ‘robolución’, al narcotráfico y a los apátridas que vendieron la patria”, manifestó.
Lamentó que se esforzó con su trabajo como deportista para representar el país mientras otros lo destruían. “El petróleo y sus riquezas nos pertenecen a todos los venezolanos. Los políticos lo que hacen es utilizar figuras como yo”, añadió.
Justificó sus palabras porque le duele ver a la población haciendo colas por alimentos, “viejitos suicidarse, niños muriendo, desnutridos; muriendo por inseguridad”.
Larreal recordó que en una oportunidad defendió una revolución de progreso, pero no a una “robolución” de miseria.