El Hospital General de Cabimas Adolfo D’Empaire está al borde del cierre, por esta razón el secretario de salud del estado Zulia Richard Gil, visitó las instalaciones del recinto, reuniéndose con representantes del Colegio de Médicos, empleados en general, residentes e internistas para hacerle frente a esta situación que amenaza con el centro hospitalario más importante de la Costa oriental del Lago.
“Venimos atendiendo la difícil situación, no escapamos de la crisis que vive el país en general, acá venimos conversando para establecer una solución”, indicó Gil, señalando que han atendido la situación de 109 tercerizados que han quedado sin sus puestos de trabajo, 24 de ellos mayores a los 50 años de edad “se les ha otorgado créditos para que trabajen y tengan sus negocios”, reseñó El Pitazo.
Sin embargo, a nuestra llegada a la rueda de prensa convocada para informar sobre la actualidad del hospital, conseguimos un numeroso grupo de empleados pertenecientes a empresas que prestan servicio al recinto reclamando su derecho de seguir laborando, pero ninguno quiso hablar ante los periodistas.
En la reunión se contó con la presencia del diputado al Clez Adelis Nava, también con Guillermo Castellanos, secretario de actas del Colegio de Médicos Seccional COL, además del director del hospital Roberto Morales junto a Romel Sánchez, quien preside la Asamblea de Médicos Residentes e internistas del centro de salud. Con esto, buscan salir del atolladero que parece condenar al centro hospitalario que atienen a más de 50 mil personas por mes.
Penurias
“La verdad aquí es que esto está decayendo cada día más y va a seguir, a esto no se le ve salida y los recursos son menos y menos, tenemos más de seis meses en crisis ya a punto de paralizar las actividades, estamos trabajando prácticamente con las uñas”, comentó Carlos Sánchez, médico especialista en ginecología, mientras realizábamos un recorrido por la sala de parto, donde nos mandaron a apagar nuestras cámaras y fuimos tratados de manera poco cortés y amenazante por el personal de seguridad, estropeando nuestro trabajo.
Pero esto no impidió que recogiéramos las impresiones de los empleados. María, una enfermera que no quiso dar su apellido nos informó que los materiales con los que cuentan ponen en peligro la vida de muchas pacientes, “ya que no tenemos material para esterilizar debidamente los implementos”, tampoco hay anestesia, están ausentes desde hace meses.
“¿Cómo es posible que se muera alguien porque no hay material para sutura? Eso está ocurriendo aquí, y somos presionados, hostigados por los superiores”, expresó Florangel Vera, médico residente. A ella le preguntamos si manejaban alguna estadística sobre la muerte de neonatos y de personas en general y nos dijo: “es imposible darte un número exacto, porque han sido muchos y el Instituto Nacional de Estadística no tiene esas cifras desde 2012. Si quieres vas a la morgue y pregunta”, contestaba en medio de la molestia por una reunión que para muchos no los va a llevar a ningún lado.