Con la ayuda de un experto, resolvemos todas las dudas que rondan alrededor de un tema muy común y que puede afectar a cualquier mujer que esté en proceso de ser mamá.
Para hablar de depresión postparto es necesario explicar lo que desde la psicología y la medicina tradicional se entiende por depresión:
Desde el punto de vista clínico, la depresión se produce por la falta de producción de dopamina y los cambios en las estructuras de los estrógenos, y su tratamiento se realiza a través de la prescripción de medicamentos.
Por otro lado, desde la psicología, diferentes teorías explican que la depresión aparece cuando una persona deja de hacer lo que le gusta o cuando los esquemas de respuestas cognitivas son 100 % negativos.
Con base en ello, y teniendo en cuenta las etapas críticas en el ciclo reproductivo de la mujer (menstruación, embarazo, postparto y menopausia), más los cambios biológicos, psicológicos y socioculturales que cada uno de ellos trae consigo, la depresión postparto «es una situación particular por la que atraviesa la madre gestante, sobre todo en su primera maternidad», explica el psicólogo y abogado Carlos Ernesto Restrepo Orrego, quien además resalta que este trastorno se presenta debido a que la nueva mamá «se enfrenta a un cambio de situaciones radicales en su contexto. Pasa de tener una condición de esposa e hija a asumir el rol de madre, tan importante y con tantas dimensiones».
Y es que, a partir del parto, para una mujer cambian todas sus situaciones. En el trabajo ya no va a ser una trabajadora más, ahora será la que es mamá; al interior de su hogar ya no es solo la esposa y la amante, sino que tiene bajo su responsabilidad criar, educar y formar a un nuevo integrante de la sociedad. «Estas son situaciones que generan muchos depresores y miedos, y llevan a la madre a sentirse abrumada, sobre todo en un mundo como el actual donde hay tantas situaciones de riesgo para las cuales no se está preparado, (a nadie le han enseñado a ser papá)».
¿Por qué se produce la depresión postparto?
El origen de este trastorno es similar a un cuadro depresivo normal y se presenta cuando la mujer deja de hacer lo que antes la hacía feliz.
«El contexto en el que ella se desenvuelve sigue siendo el mismo, pero su rol cambia completamente», ya no rumbea, ya no tiene vida social, deja de trabajar y su vida sexual disminuye. «Deja de hacer lo que le gusta y su estado de ánimo decae». Adicionalmente, hay un deterioro de la autoestima, pues se ve afectada por sus kilos de más, por el cambio de su cuerpo, por no sentirse atractiva y mucho menos deseada.
Las fases de la depresión
Desde el punto de vista clínico, los trastornos que tienen que ver con la maternidad y con el ciclo reproductivo se han dividido en tres fases.
1. Disforia postparto: es más común de lo que la sociedad cree, pues afecta a entre el 50 y el 80 % de las mujeres. Comienza entre el segundo y tercer día después de haber dado a luz. Se caracteriza por síntomas como la tristeza, el llanto, la falta de energía, el insomnio, la tensión y el dolor de cabeza. Es un mal leve que no se prolonga por más de quince días y se soluciona con acompañamiento, apoyo familiar, lecturas y, a veces, consultas psicológicas donde se aclara que es un proceso común, transitorio y que se presenta mientras hay una adaptación al cambio.
De esta primera etapa la gran mayoría de las mujeres sale sin ningún inconveniente, tan solo el 20 % llega a la segunda etapa.
2. Depresión postparto: afecta a entre el 10 y el 25 % de las mujeres que acaban de dar a luz. Comienza a gestarse durante las primeras cuatro semanas luego de dar a luz. Aquí, sumados a los síntomas de la disforia postparto, se presenta ansiedad, fobia, irritabilidad, sentimiento de culpa, incapacidad de realizar tareas relacionadas con su labor de madre (no poder amamantar o no poder cuidar al bebé).
En este punto ya es necesaria una terapia psicológica individual o grupal (depende del gusto de la persona) y en ocasiones se recurre a la medicación.
3. Psicosis postparto: es una etapa mucho más crítica. A este punto llegan solamente una o dos mujeres de cada mil, es decir un 0,1 %. Esta fase se presenta un año después del parto, tras no haber atendido las dos primeras.
Los síntomas de la psicosis son particulares: trastorno bipolar, cambio de ánimo y humor demasiado brusco e intenso, «la mujer pasar de estar eufórica a romper en llanto». Hay delirio, desorientación, despersonalización de su cuerpo, alucinación, trastorno de sueño y mucha variabilidad y volatilidad en sus emociones.
El tratamiento en este nivel es la hospitalización y medicación inmediatas, pues en este punto la madre rechaza al niño y puede hacerle daño tanto a él como a ella misma.
El porqué del trastorno
Entre las causas de estas tres fases depresivas se destacan los antecedentes personales y familiares de trastorno bipolar y trastorno depresivos, problema de estrés, de pareja, cuadros de ansiedad y falta de apoyo.
Los patrones de conducta de las mujeres que están sufriendo de depresión postparto son, casi siempre, similares «sobre todo en las primeras etapas», y sus consecuencias a largo plazo dependen enteramente del grado de depresión que se haya alcanzado.
Tratamiento
Existen dos tipos de terapias que se aplican en cuadros depresivos: cognitiva y conductual.
La primera hace una reprogramación de pensamientos, ideas y conductas, en aras de que todo lo negativo («no soy capaz, no puedo») se transforme en hechos positivos. Con la segunda, la idea es que la madre retome, paulatinamente, las actividades de antes (lo que la hacía feliz) por medio de ejercicios y fases.
El proceso de terapias se prolonga tanto como sea necesario, con base en la profundidad de la depresión y la voluntad del paciente. Asimismo, se puede realizar de manera individual, grupal o con el apoyo de la pareja.
«Lo más importante es tener en cuenta que todos los factores externos afectan positiva o negativamente el embarazo y la maternidad de una mujer (relación de pareja, situación económica, estabilidad laboral, apoyo familiar) y esto, a su vez, influye en el desarrollo del feto y en la relación de la madre con su hijo».
Mitos que rondan el tema
-Es mentira que estos casos se puedan identificar antes del parto.
-No existe un rango de edad específico para las mujeres a la hora de sufrir de depresión postparto.
-No es cierto que los episodios depresivos se repitan (siempre y cuando las condiciones de embarazo sean las adecuadas).
DC|Cromos