Desde la contundente derrota electoral del pasado 6 de diciembre, el talante neofascista y autoritario de Maduro y el chavismo no se hizo esperar y han sido innumerables los actos de fuerza y abuso de poder que han impuesto, produciendo la flagrante, sistemática y recurrente violación de la Carta fundamental y con ello asestando un GOLPE DE ESTADO CONTINUADO, que se ha traducido en la ruptura del orden constitucional y la imposición de un régimen de facto, sustentado en las actuaciones serviles y amañadas de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, nombrados inconstitucionalmente a finales del año pasado, para cometer esas fechorías judiciales. Esta grave situación, está siendo aliñada por el gobierno, con otro conjunto de acciones que van desde la imposición de decretos, como el de estado de excepción, que sólo puede ser aprobado por el poder legislativo nacional, amenazas de declaratorias de estados de conmoción interna y despliegues militares costosísimos para el País, con el único propósito de generar un clima de terror y amedrentamiento de la población, pero como si fuéramos un atajo de ignorantes, en el marco de esas acciones forajidas y de abuso de poder que mantiene prácticamente disuelta la Asamblea Nacional, declarando inconstitucional todo lo que allí se aprueba y castrando las funciones legislativas de ese legítimo órgano del poder público, diligencia con ex presidentes amigos del régimen la convocatoria de otro “diálogo”, que hasta un niño inocente, sabe que no es otra cosa, que un nuevo ardid para trampear, engañar y fundamentalmente inmovilizar a una ciudadanía, que está decidida a seguir protestando en la calle, hasta lograr que las malandras y malandros que manejan los hilos del poder entiendan que su hora terminó, que sólo el pueblo a través del voto universal directo y secreto, tiene la facultad y la soberanía para decidir el destino de nuestra Nación.
Aunque siempre hemos sido partidarios del diálogo franco y de la búsqueda de soluciones concertadas por el bien de Venezuela, no somos optimistas con la presencia de Rodríguez Zapatero, el peor Presidente que haya tenido el Partido Socialista Obrero Español en su historia y de Leonel Fernández ex presidente dominicano de reconocida afiliación al chavismo, por los negocios obtenidos desde la época de Hugo Chávez, porque ellos al igual que todos los pueblos y dirigentes del mundo conocen en profundidad lo que está pasando en nuestro País, saben de la despiadada persecución contra dirigentes y líderes democráticos, que mantienen desde hace años en las cárceles por disentir del régimen y con sólo revisar las últimas veinte decisiones de Maduro, el TSJ y el CNE y contrastarlas con la CRBV, podrán comprobar el estado de facto en que se ha convertido el ilegítimo gobierno de Maduro y su cofradía. Señores ex presidentes si quieren hacerle un favor a Venezuela y desean reivindicarse ante la historia y la democracia, actúen con responsabilidad y exíjanle a Maduro que libere de manera inmediata a todos los presos políticos, que reconozca la legitimidad y facultades de la Asamblea Nacional, que restituya los valores de la Constitución y la democracia y permita de una vez por todas, sin más trabas y dilaciones absurdas, la convocatoria del pueblo al Referéndum, para que sea la voluntad soberana de los venezolanos, la que determine la permanencia de este régimen al frente de la República, tal como está consagrado en la Constitución y como lo ha planteado la Mesa de Unidad Democrática, en el comunicado a la Nación de la semana pasada.
“Quienes defienden el derecho a la vida de asesinos, avalan la pena de muerte de ciudadanos inocentes” PSB.
DC / Lic. Pedro Segundo Blanco / Ex parlamentario del estado Sucre / petersecond1@hotmail.com / @pedrosegundoABP