A los saqueos de comercios y robos a productores se suma ahora la delincuencia que arremete contra las reses. Ayer, La Villa del Rosario de Perijá amaneció alarmada por el descuartizamiento de vacas y hurto de carneros. Los trabajadores del ordeño notificaron la falta de los animales en las fincas Matapalo, San Rafael y El Refugio.
Carlos Sandoval, presidente de la Unión de Ganaderos de La Villa, informó a La Verdad que desde hace un mes son azotados en las fincas. La delincuencia ya no se da con llevarse motosierras, bombas, cauchos de los tractores, ahora sacrifica las reses para apoderarse de la carne.
El informe de las denuncias se agrava y es que la matanza ilegal tocó a cuatro toros de raza de la agropecuaria Rigosa. “Mataron animales que eran para la inseminación. Estaban vendidos a una conocida empresa de producción de semen”.
Ayer, luego que el jueves hombres armados robaran la motosierra de la finca El Milagro al trabajador a “punta de pistola”, la anarquía tocó al predio Matapalo. “En el mismo sector Aquí Me Quedo. Se llevaron dos vacas preñadas lecheras”. La ola de inseguridad coleteó también en el fundo San Rafael. Se robaron cinco carneros raza Santa Inés para la recría de la unidad modelo en la producción de ovejos.
Humberto Carmona, productor de El Refugio, explicó que los trabajadores al recoger las vacas para el ordeño notaron que los becerros buscaban a su madre. Una no estaba en la vaquera. Perseguían el rastro hasta el potrero donde localizaron restos de la res. Estaba desmembrada. Cortes precisos del “lomito”.
Carmona no descartó “ninguna hipótesis”. Sea por inseguridad el ataque a los animales o por hambre en la zona.
El productor lamentó que en el municipio no hay respuesta del alcalde Olegario Martínez a los reclamos. Más cuando “está en juego la comida de la población”. Recordó que La Villa reporta episodios de hechos peligrosos para la producción de leche y carne.
DC | La Verdad /Fotos: La Verdad