La escasez generalizada de alimentos básicos que padece la población de forma intensa y prolongada está ocasionando procesos de explosión social en cadena, que de no atenderlos sin duda pueden provocar un estallido sin precedentes en la historia venezolana. En diferentes estados del país la situación de confrontación entre ciudadanos, comerciantes, organismos de seguridad se hace más frecuente, debido a que la gente está desesperada por encontrar productos, y si logra encontrarlos que sean a bajo costo sin ser víctimas de la sobreventa o el bachaqueo, lo cual está derritiendo las posibilidades de poder alimentarse tres veces al día.
La escasez de productos se ha agudizado, la cual, acompañada del aumento de precio de la canasta básica acelerada acorralan al ciudadano a buscar alternativas que le permitan consumir carnes, pollo, pescado, verduras, frutas, carbohidratos, necesarios para una alimentación balanceada, lo que cada día es menos posible porque la gente está comiendo lo que puede, inclusive muchos buscan alimentos en pipotes de basura a las afueras de mercados populares, auto mercados, restaurantes, ferias de comidas, negocios de comidas rápidas, lo que convierte la basura de unos en alimentos de otros.
Los continuos desmayos que le están ocurriendo a parte de la población es por falta de alimentación balanceada que a su vez está provocando en los ciudadanos desequilibrios en los valores bioquímicos de glicemia, potasio, triglicéridos, colesterol, glóbulos blancos, glóbulos rojos, acompañados de altos niveles de desnutrición y deshidratación que provocan enfermedades estomacales y cardiovasculares, las cuales complican aún más el limitado mercado de medicamentos para atender a la población enferma.
El hambre es el indicador que debe obligar a los sectores políticos a darle un frenado a tanta confrontación que solo ha traído atraso y desesperanza. Mientras los políticos pelean, el pueblo está pasando hambre. Los venezolanos necesitan comer, vivir con tranquilidad y calidad, ni la carta democrática, ni el referéndum, ni el cambio de gobierno, va a cambiar esta realidad si el ciudadano y la clase política no cambian de actitud. El gobierno egoísta debe permitir de inmediato ayuda internacional de todos los que quieran donar alimentos, medicamentos, repuestos, equipos médicos, prendas de vestir, tecnología, capital humano, en estos momentos se necesita de la ayuda de mucha gente y si la solución está en ir a buscar recursos en el Fondo Monetario Internacional, se tendrá que hacer, ¿hasta cuándo se va a sacrificar a los 30 millones de venezolanos?.
Los gobiernos se eligen para el bienestar de los pueblos que gobiernan no para destruir a una sociedad, y es que el Presidente tiene que preguntarse cómo será recordado en la historia ¿por haber logrado un desarrollo sustentable de bienestar y prosperidad? o ¿por haber quebrado a
todo un país?. La terquedad no es el mejor aliado en estos momentos. Medidas tomadas como prohibir vender productos de primera necesidad en los establecimientos cercanos al palacio de Miraflores en Caracas son muestras de debilidad y un gran error político que de seguro incentivará a aumentar los niveles de rechazo que reflejan todas las encuestas hacia la gestión presidencial.
Un pueblo con hambre es capaz de muchas cosas que pueden provocar eventos desagradables en donde todos perderían. Y es que, las propuestas están presentadas para salir de la crisis solo falta voluntad política para ejecutarlas, no hay mucho tiempo para lograr dar muestras de cambio y progreso, si el piloto del avión quiere estrellarse sacrificando a la tripulación y pasajeros otro piloto que este dentro del avión podría intentar salvarlos a todos, inclusive al piloto que quiere estrellarse. Como lo dijo James Howell “Un hombre hambriento es un hombre enojado”. Y un hombre enojado se comporta irracional y tratara justificar en el hambre todas las malas acciones que podría cometer, como robos, hurtos, saqueos, reventa, estafa, entre otras acciones. El diálogo sigue siendo el mejor camino para lograr paz y desarrollo.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Emprendedor, Locutor / articulosjesuscastillo@gmail.com / @castillomolleda