Las calles de Los Ángeles se llenaron este domingo para celebrar el desfile anual del orgullo gay, que este año se plenó de solidaridad y duelo por los más de 50 miembros de su comunidad que fueron masacrados en un club gay de Orlando.
«Nuestros valientes fundadores organizaron este evento para mostrar al mundo quiénes somos. Seremos ruidosos. Seremos orgullosos y celebraremos en homenaje a todos los que perdimos».
Estas palabras resumen el sentimiento general detrás de varios de los actos de homenaje que se celebraron este domingo en distintas ciudades de Estados Unidos en recuerdo a las víctimas de la masacre ocurrida en la madrugada del sábado al domingo en el club Pulse de Orlando, Florida.
En el caso de la ciudad de Los Ángeles, la ocasión para celebrar dicho tributo fue el desfile anual del orgullo gay, que inevitablemente estuvo marcado por lo sucedido en Orlando.
Cómo fue el ataque en un club en Orlando, EE.UU., en el que murieron al menos 50 personas. Cuentan las autoridades que, por un momento, se barajó la posibilidad de cancelar el desfile. Sin embargo, pesó más el deseo de salir a la calle para mostrar la solidaridad, el respeto y la determinación de no dejarse llevar por el miedo.
La cantante estadounidense Belinda Carlisle tuiteó: «Desfile del orgullo gay en LA(Los Ángeles) hoy, orgullosa de marchar con la bandera especialmente tras #Orlando para mostrar que #elamorprevalecerá».
Testimonio: «Usé mi pañuelo para tapar el agujero de bala y así detener la sangre de un herido»
Como ella, fueron miles las personas que salieron a las calles del barrio de West Hollywood para acompañar al desfile de carrozas y banderas que, si bien fue algo más sombrío que otros años, mantuvo su tradición de música, baile y los colores del arco iris.
«Hoy más que nunca».
Algunos de los asistentes se enteraron de la matanza de Orlando estando ya en el desfile
Emma, una joven de 16 años, lo supo por una llamada de su madre: «Me lo contó y me dijo ‘espero que estés a salvo, cariño, te amo y déjame saber que estás bien'».
Entre su grupo de amigos abundaban las miradas de preocupación y tristeza, pero todos estaban de acuerdo en que no podían faltar a este desfile.
«Si nos quedamos en casa», añadió Sarah, «les estamos siguiendo el juego. Ya salimos del armario, no vamos a dejar que nos metan allí de nuevo».
Para Tony, un hombre de unos 40 años vecino del barrio, era imprescindible salir a la calle este domingo, a diferencia de otros años en los que intentó evitar el desfile como pudo.
«Esto se llena de gente y es imposible moverse. Pero hoy no me podía quedar en casa. Hay que levantar la voz y me alegra ver a toda esta gente, que aunque comentan la noticia, siguen festejando, bailan y se dejan ver», le dijo a BBC Mundo.
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Una cuadra más allá nos encontramos con un grupo de mujeres cantando:
«Cuando nuestra comunidad es atacada, ¿qué hacemos?», gritaba una de ellas.
«Nos mantenemos en pie, ¡luchamos!», contestaron las demás.
«Este fue un acto de terror y un acto de odio», dice Barack Obama sobre el tiroteo en Orlando, EE.UU.
El municipio de West Hollywood reforzó las medidas de seguridad, algo que quedó patente al ver los grupos de agentes situados en cada esquina y la cantidad de vehículos policiales que escoltaron el desfile.
Al parecer, también había policías y detectives encubiertos entre la multitud. Un agente de policía le contó a BBC Mundo que este año le parecía que había menos gente en el desfile, pero aun así destacó que fue un evento multitudinario.
Las autoridades locales insistieron en que no había ninguna amenaza específica contra las fiestas del domingo, incluso a pesar del arresto de un joven de 20 años que tenía varias armas en su auto y que dijo que pensaba ir al desfile gay.
La policía declaró no haber encontrado ninguna conexión entre este arresto, que se produjo a primera hora del domingo en el barrio de Santa Mónica (Los Ángeles), y la tragedia de Orlando.
¿Más miedo?
Una de las preguntas inevitables es si la comunidad LGTB se siente bajo ataque y si hay más miedo que hace dos días.
«Para nada», respondió Marjam, una joven iraní que reside en Estados Unidos desde hace años.
«Tristemente hemos visto que todo el mundo puede ser víctima de este tipo de matanzas. Gente que va al cine, empleados de una empresa, o ahora personas que salieron a pasar una noche divertida.
«Lo que me preocupa es cómo los políticos pueden manipular estas situaciones», añadió.
«Creo que con estas cosas, Donald Trump va a ser el próximo presidente de EE.UU.».
Efectivamente, este domingo en el bulevar Santa Mónica de West Hollywood no se percibía miedo o parálisis sino ganas de demostrar fuerza, solidaridad y acción.
Y el deseo compartido de querer rendir tributo y hacer una suerte de duelo colectivo.
«El mejor homenaje que les podemos hacer a las victimas de Orlando es estar hoy en la calle», subrayó la joven Joey Rivera.
DC|BBC Mundo