Cuevas de Talgua, un mundo subterráneo en Honduras

Recorrer la majestuosidad de esta cavidad natural ubicada a tan solo 10 kilómetros de la urbe de la ciudad de Catacamas, Olancho, reclama una inversión de varias horas para ser envuelto por la magia de la naturaleza en medio de sus rústicas veredas antiderrapantes.

Dentro de esta cavidad rocosa, con sus impresionantes sedimentaciones de rocas cálcicas y bellas formaciones geológicas producto de la filtración del agua durante miles de años, se esconden cientos de osamentas cristalizadas y restos de vasijas con una particular coloración rojiza.

Según los estudios realizados en el área, este fascinante fenómeno se debe a los efectos del ambiente húmedo y la presencia de altas concentraciones de minerales en el agua de la cueva, y a la exposición de los vestigios a casi mil años de historia; por ello Talgua también es conocida como las cuevas de las calaveras brillantes.

En esta cuenca pueden hallarse varios sitios arqueológicos testigos de los múltiples asentamientos humanos en esa zona desde hace casi tres mil años.

De acuerdo con el espeleólogo Desiderio Reyes, las cavernas naturales descubiertas en 1994 son el refugio de cuatro gigantescos cementerios antiguos, convirtiendo a esta cavidad en la cueva funeraria más antigua de Honduras, cuyo osario ya se utilizaba en los rituales funerarios alrededor del año 1000 antes de Cristo.

DC|EH