De color iridiscente y con reflejos, así se presenta externamente mientras que, en su interior se encuentra una sustancia que favorece al cuidado de la piel: el nácar
Los bondades del mar son tan grandes como las dimensiones de su superficie. Dentro del océano hay millones de recursos minerales que, dentro y fuera del mismo brindan diversos aportes a la salud.
El nácar por ejemplo, es una sustancia biomineral que es secretada por medio de las células del manto de algunas especies de moluscos marinos, esto, como mecanismo de protección ante la presencia de parásitos, pero además diversos estudios demuestran que este compuesto, específicamente el polvo tiene múltiples propiedades que son beneficiosas para la piel.
Su uso no es reciente, mucho antes diversas culturas experimentaron con el nácar, en América del Sur por ejemplo, los incas lo utilizaban como cicatrizante natural. Hoy en día se conoce mucho más de las bondades de esta sustancia que, incluso, forma parte de múltiples productos como uno de los compuestos principales.
Exfolia, nutre, hidrata, desmancha, elimina imperfecciones, suaviza, regenera y estimula la circulación de la sangre, haciendo que la piel luzca y esté más saludable. En crema también se recomienda para tratar el acné, borrar manchas oscuras ocasionadas por el sol y durante el embarazo.
DC|EM