El país atraviesa una etapa de incertidumbre total. Nadie sabe, con propiedad, que está pasando y mucho menos la naturaleza del desenlace y la época en la que sucederá. La esperanza fundamental de la mayoría absoluta de los venezolanos ha estado en la realización del referéndum revocatorio este año. Mecanismo constitucional apropiado para destituir a Maduro e iniciar el anhelado cambio de régimen que se necesita. Lamentablemente, para el día de hoy a esta hora, el tema está empapado de incertidumbres. Honestamente no sabemos si será posible realizarlo este año y ahora hasta parece que puede ser cancelado por decisiones del CNE y de la Sala Constitucional del TSJ. La posición de la dirigencia opositora atrincherada en la MUD ha sido clara y determinante en la lucha por el revocatorio. Lo que no sabemos es cuál sería la reacción ante las maniobras del régimen que hemos señalado. Ya se fue medio año, seis meses y seguimos en lo mismo, a pesar del enorme respaldo popular que la gente está dando a la oposición.
A mediados de año aún no tenemos la certeza de las elecciones de gobernadores y diputados a los consejos legislativos regionales. En todos los Estados se multiplican los aspirantes a cada uno de los cargos a elegir. No sabemos si serán este año o cuándo. Tampoco hemos medido las consecuencias dentro de cada partido y en general en la población activa, si estos procesos cabalgan simultáneamente con un revocatorio para este año o principios del próximo. Más incertidumbre.
En algo está fallando la información relativa a la OEA y el proceso relativo a la aplicación de la Carta Democrática Interamericana. En líneas generales sabemos que el régimen sufrió una seria derrota, que la canciller hizo un ridículo histórico junto al embajador venezolano, que la autoridad y prestigio de Luis Almagro están fortalecidos y Venezuela en observación del continente y el mundo. Pero…¿Y?
Pudiéramos continuar pero siento que es innecesario. Los problemas del ciudadano común se agravan día a día. Todo camina para peor. No se ven soluciones por ninguna parte. Entonces se llega a un punto delicado. Muchos ponen sus esperanzas en las fuerzas armadas. Una salida militar-militar, cívico-militar o de cualquier naturaleza que ponga un mínimo de orden en este despelote, que respete y haga respetar la Constitución y un ordenamiento jurídico que necesita ser reformulado y se rodee de los mejores compatriotas para resolver los problemas. Este tema se aborda en la calle como respuesta a la incertidumbre. Atención a la Alianza Nacional Constituyente.
DC / Oswaldo Álvarez Paz / Ex Gobernador del Zulia / oalvarezpaz@gmail.com / @osalpaz