Es tan evidente ante los ojos del mundo el fracaso de la gestión económica de Nicolás Maduro, que hasta UNASUR, organismo internacional con mucha afinidad ideológica al régimen venezolano, ha propuesto en su rol de mediador un programa económico para Venezuela.
El expresidente Leonel Fernández y sus asesores económicos le recomendaron al Presidente Maduro que unifique el tipo de cambio como antídoto o medicamento que podría servir de cura a la prolongada y crónica enfermedad cambiaria que sufre la economía venezolana.
En hora buena, un exmandatario de la talla de Leonel Fernández y UNASUR le dicen a Nicolás Maduro, así sea implícitamente, que la crisis económica se debe a sus políticas y no a la ficticia ¨Guerra Económica¨. Y que la crisis se resuelve con mejores políticas que generen confianza y no con miedo. Sin más preámbulo, veamos a continuación ¿En qué consiste la unificación cambiaria?
Como su nombre lo indica, la unificación cambiaria implica convertir en una las paridades existentes. En la actualidad, tenemos tres tipos de cambios: el establecido en el ¨Dipro¨ a una tasa preferencial de 10 bs / $; el establecido en el ¨Dicom¨, que es variable y que recientemente era de 632,16 bs /$ y el tipo de cambio del mercado paralelo que al momento de redactar estas líneas su cotización estaba en 1040,00 bs/$.
Por lo que hemos visto hasta ahora, el ¨Dicom¨ no ha podido lograr el objetivo propuesto que era sustituir al mercado paralelo. ¿Y por qué decimos que el ¨Dicom¨ no ha logrado el objetivo propuesto?
Porque fundamentalmente vemos que existe un diferencial importante en términos de magnitudes entre el precio de la divisa, y el establecido en el ¨Dicom¨. En Además, eso se genera por que la oferta de dólares en el ¨Dicom¨ no ha sido lo suficiente por la escasez de dólares que presenta el gobierno para evitar que agentes económicos también demanden dólares en el mercado paralelo.
La idea aquí en Venezuela, es tratar de ordenar el mercado de divisas y la manera más fácil para hacerlo, es precisamente teniendo un solo precio porque eso facilita las transacciones económicas de los particulares.
Sin duda, lo que se busca con la unificación cambiaria es contribuir a generar más incentivos a la producción, actualmente muy contraída. Las perspectivas para el cierre del 2016 es una caída de al menos 10 % de PIB ¿Por qué decimos esto?
Mientras que existan varios tipos de cambios, el talento y la energía de los agentes económicos va a estar concentrada en la importación y en la especulación financiera. Es decir, en conseguir dólares baratos para venderlos más caros en el mercado paralelo, obteniendo fortunas súbitas de la noche a la mañana en detrimento de la producción nacional.
Lo descrito anteriormente, explica la tan necesaria aplicación de la unificación cambiaria, ya que ordenaría la economía, minimiza la corrupción e incentiva la producción. Sin embargo, la misma debe hacerse con mucha prudencia para no causar demasiados traumas a la población. Actualmente es visible la disminución en la calidad de vida de los venezolanos, tal como lo expresan las vivencias de los ciudadanos y los numerosos estudios de opinión pública.
Por otra parte, debemos señalar que esta medida en términos prácticos supone una devaluación mayúscula en relación al tipo de cambio preferencial ¨Dipro¨. De menor magnitud, en relación al tipo de cambio establecido en el ¨Dicom¨.
Ahora bien, para que sea exitosa la unificación, el gobierno debe legalizar el mercado paralelo y el Estado debe intervenir directamente en el mismo, con el propósito de ir bajando progresivamente el precio, y en un plazo no mayor a dos años aproximadamente, tener una paridad cambiaria que no genere mayores lesiones en la economía.
¿Por qué hago tanto énfasis en evitar políticas de shock y más daños a la economía?
Porque tenemos experiencias previas de unificación cambiaria traumáticas. En el año 1989 durante la segunda administración del ex – presidente Carlos Andrés Pérez, se puso en práctica una unificación y la tasa de inflación se disparó al 81 %. También en el año de 1996 bajo el segundo mandato del expresidente Rafael Caldera, se genera otra unificación y la tasa de inflación alcanzó a niveles de 103,2%.
Ahora bien, ¿Qué lecciones debemos aprender de estos antecedentes?
Lo primero que debemos aprender, es que la unificación cambiaria por sí sola y de manera aislada no va a corregir los desequilibrios que presenta la economía. La medida para que no tenga efectos colaterales, tiene necesariamente que ir acompañada de otras decisiones complementarias que a nuestro juicio seria:
Levantar el control de cambios (fracasado) causante en gran parte de la crisis, mantenido a lo largo de estos últimos 13 años por razones políticas y el afán de riqueza fácil por parte de funcionarios del gobierno nacional, actualmente sometidos a investigación por parte de la Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional.
Financiamiento externo por parte de organismos multilaterales. Este financiamiento, que sería gradual quizá en unos 18 meses, no debe ser menor a 40.000 millones de dólares, para reforzar las reservas internacionales y el Estado pueda intervenir en el mercado paralelo y así a través de una mayor oferta, lograr una caída en el precio de la divisa.
Descartamos al gigante asiático como fuente de financiamiento porque China le congeló los préstamos a Venezuela por su poca o casi nula capacidad de pago
Rescatar la autonomía del Banco Central de Venezuela, ya que esta institución no puede seguir sometida a las directrices del poder ejecutivo. Así mismo, suspender el financiamiento monetario de dos tercios del déficit del sector público y la transferencia de reservas internacionales al FONDEN.
Una reforma fiscal que por el lado de los tributos trate de aumentar la contribución del I.S.L.R a los estratos de altos ingresos. En esta reforma también se debe disminuir el I.V.A el cual tendrá un impacto anti – inflacionario para proteger el ya menguado ingreso real de los venezolanos.
En conclusión, si Venezuela tuviera un gobierno normal, la propuesta de unificación cambiaria luce completamente viable, pero de antemano sabemos que la misma encontrará en el gobierno muchos obstáculos por razones de índole política e ideológicas que no permitirán su implementación.
El país necesita una visión económica alternativa, una economía de mercado con fuertes instituciones sociales y económicas, dentro de una democracia donde prevalezca el respeto a la ley y los derechos humanos, incluyendo los derechos económicos.
Me despido hasta una próxima oportunidad, no sin antes agradecerle al expresidente Leonel Fernández por sus buenas intenciones de presentarle a Nicolás Maduro un programa para enfrentar la emergencia económica que atraviesa Venezuela.
Con mucha sinceridad y en nombre de todos los venezolanos ¡Muchas Gracias!
DC / Econ. Asnaldo Soto / asnaldosoto@gmail.com / @econsinsecretos / www.economiasinsecretos.com