Las Vegas es conocida como la ciudad para cometer errores. Muchas veces, esos errores son matrimonios; es una de las bromas más recurrentes sobre la capital del entretenimiento. Sin embargo, incluso bajo esos estándares, casarse con un teléfono móvil es cosa de desquiciados.
Aaron Chervenak, de 34 y residente de Los Ángeles, se ha organizado con su móvil bajo la premisa de que su más larga “relación” ha sido con su dispositivo. Así que, se puso su traje y corbatín, se presentó al altar frente a su iPhone (vestido con cubierta blanca), y hasta un anillo le puso — no tan bizarro como el anillo hecho de una parte humana del que te hablamos antes.
“Si vamos a ser honestos con nosotros mismos, nos conectamos con nuestros teléfonos en muchos niveles emocionales”.