Indignados Vs Políticos, por Jesús Castillo Molleda (@castillomolleda)

Se entiende como indignado al sujeto que está muy enfadado o disgustado por algo que considera injusto, ofensivo o perjudicial. Durante los últimos diez años, motivados por la ineficiencia de la clase política, ciudadanos de diferentes países iniciaron una serie de protestas, marchas, concentraciones, asambleas, conversatorios, para llamar la atención de los gobiernos y de quienes ejercen los factores de la oposición, para intentar frenar la acelerada incompetencia gubernamental, movimientos como los “Sin Techos” estimulado por la crisis financiera estadounidense que se propagó en América y Europa, las “Madres de Mayo” en Argentina, el “Movimiento 15M” en España que nació en la puerta de sol de Madrid en mayo de 2013, la “Comisión Internacional Contra la Impunidad” en Honduras, los “Indignados” y el “Muro de los Lamentos” en Chile y más reciente el movimiento de indignados en Francia llamados “Nuit Debout” que iniciaron sus protestas en la plaza de la República de Francia y se han propagado por Bélgica, Alemania y Portugal.

Lo ocurrido en el puente internacional Simón Bolívar que divide las fronteras de Venezuela y Colombia, entre Cúcuta y San Antonio, el pasado 5 de Julio en donde un grupo de damas sobrepasaron el muro humano interpuesto por la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela para que no pasaran a Colombia, con el objetivo de comprar alimentos y medicamentos, cuyo resultado además de abastecerse, generó que el gobernador del Estado Táchira permitiera públicamente darle paso en lapsos de 12 horas, lo cual representa un claro indicador que en Venezuela se gesta un movimiento de indignados, molestos y decepcionados que se atreven a tomar sus propias acciones. En los veinte y tres estados del país se han protagonizados diferentes hechos en reclamo a una clase política que ha permitido desbordar al país de hambre y desesperanza. Muchos grupos de ciudadanos han impulsado la idea de la aplicación del artículo 350 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente, la realización de un referéndum revocatorio presidencial, lograr que el gobierno y la M.U.D. se sienten en una mesa de diálogo, pero al no lograr concretar ninguna de las iniciativas se está provocando mayores niveles de frustración, rabia, indignación en la población, lo que puede ocasionar acciones en cadenas de ciudadanos desplegados en todo el país pidiendo soluciones inmediatas a la crisis, lo cual sobrepasaría los liderazgos de alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, dirigentes políticos, lo cual elimina el carácter representativo y generando un movimiento aún más legítimo.

Al gobierno nacional se le acaba el tiempo para evitar un estallido social sin precedentes, para evitarlo debe anunciar medidas económicas que logren resultados a corto plazo. Los representantes de los partidos, gobernantes y líderes políticos deben hacer esfuerzos que les permitan estar más cerca de la gente y no solo en épocas de elecciones, el contacto debe ser permanente para lograr conectar el discurso con la acción, los políticos venezolanos se han concentrado más en sus proyectos personales; por lo que, de anunciar el Consejo Nacional Electoral la fecha de las elecciones a gobernador, se olvidarían de la promesa de salida de la crisis, y se abocarían como siempre, los amos del poder concentrado en los cogollos de los partidos políticos, a entrar en mesas de negociaciones para elegir a los abanderados para los estados y evitar unas primarias. Y aquí, evidentemente se estarían jugando un puesto seguro en la gobernación de los estados, porque se viven tiempos donde el gobierno nacional lo está haciendo tan mal, que ganar las elecciones para los abanderados de la M.U.D. por regiones no será tan difícil (de mantenerse o agudizarse más la crisis). Los indignados cada día son más, y si logran organizarse en todo el país, podrían generar presión al gobierno y a la M.U.D. en la búsqueda de puntos coincidentes para salvar a Venezuela. Como lo dijo Malcom X “Normalmente cuando las personas están tristes, no hacen nada. Se limitan a llorar. Pero cuando su tristeza se convierte en indignación, son capaces de hacer las cosas”.
DC / S.H. Jesús Castillo Molleda / Profesor Universitario, Politólogo, Emprendedor, Locutor /  artículosjesuscastillo@gmail.com  / @castillomolleda

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