Podría decirse que es uno de los ingredientes menos elegidos en la dieta diaria o semanal, a no ser por algunas zonas donde se come bastante (como es vivir en las costas). La mayoría de las personas indican que es muy completo para la salud, pero ¿Sabes exactamente qué te ofrece? Conoce los beneficios de comer pescado.
Pescado: parte de una alimentación saludable
En la pirámide de alimentación saludable que ofrecen los nutricionistas, el pescado está presente, sin dudas. Está considerado un alimento básico para el desarrollo de los niños y para el aporte de nutrientes a toda edad. Se aconseja consumir entre dos y cuatro raciones de pescado por semana y alternan entre los magros (blancos) y los grasos (azules). En el caso de las embarazadas, los lactantes y los niños de hasta 15 años, se recomienda especialmente su consumo.
El pescado puede ser disfrutado de miles de maneras diferentes, es nutritivo, delicioso, saludable y preferible antes que la carne roja o de aves. Es rico en proteínas, nos aporta todos los aminoácidos que el cuerpo necesita, mantiene los tejidos, órganos y sistema de defensa en perfectas condiciones y además, nos proporcionan una alta dosis de grasas “cardiosaludables”, las llamadas Omega 3, que reducen el colesterol malo y los triglicéridos, disminuyen la presión arterial y mejoran el desarrollo neurológico.
A su vez, el aporte calórico del pescado es bajo porque no tiene más que un 5% de grasas, que además son del tipo insaturado, es decir, saludables. Tiene una gran cantidad de minerales y oligoelementos (zinc, magnesio, fósforo, cobre, yodo, calcio, potasio, etc), es rico en vitaminas A, B6, B12, D y E, que contribuyen al crecimiento y es bajo en sodio, siendo ideal para los que padecen hipertensión o retención de líquidos, así como también insuficiencias renales. Y como si fuera poco, el pescado es de fácil digestión, se puede metabolizar mejor que la carne roja.
Para que nos pueda aportar todos sus beneficios, es preciso consumir pescado teniendo en cuenta:
Para personas mayores de 15 años (excepto embarazadas): dos a cuatro veces a la semana, combinar pescados azules y blancos y reducir la ingesta de grandes depredadores (pez espada, salmón, lucio, marlín)
Para embarazadas, lactantes y niños (de hasta 15 años): Consumir pescado como máximo dos veces a la semana, limitar el bonito y el atún a una vez semanal y una ración pequeña (de hasta 100 gramos) para los grandes depredadores. Si se hace esto, no comer más pescado hasta la siguiente semana.
Ventajas del consumo de pescado que seguro no sabías
Llevar una dieta equilibrada y sana, te ofrecerá efectos positivos a la salud, de eso no hay dudas. El pescado ha de estar presente en tus comidas semanales, combinada con vegetales y cereales. Debido a sus propiedades nutricionales, el pescado es un alimento fundamental en nuestra alimentación. Las ventajas de su consumo son:
Tiene pocas calorías
Como se decía anteriormente, el contenido calórico del pescado es bajo, unas 80 Kcal por cada 100 gramos en los magros y hasta 200 Kcal en los grasos o azules. Es preciso tener cuidado porque según la manera en que se prepare esto aumentará. Un ejemplo muy frecuente es el del filet de merluza cuando se empana con harina y se frita. Prefiere entonces prepararlo al horno, a la plancha o al vapor. Los pescados azules se suelen hacer asados.
Ofrece nutrientes para el crecimiento
Es por ello que se indica para las embarazadas, los lactantes y los niños pequeños. El contenido de proteínas del pescado ronda en un 20%, aunque los azules y los crustáceos tienen más. Y lo mejor de todo es que son de alto valor biológico (tiene todos los aminoácidos esenciales) por lo cuál aporta lo que ciertas etapas de la vida requiere. No olvides alternar con legumbres, cereales, frutos secos, huevos y lácteos.
Proporciona calcio
Más que la leche o el queso. La ingesta de pescado con espina (que también se come) como las sardinas o las anchoas, son una gran fuente de calcio. Por ello, ayudan en la formación de los dientes, a cuidar la salud ósea y en la contracción de los músculos. También sirve para coagular la sangre y evitar enfermedades tales como la osteoporosis.
Presenta yodo
Tanto el pescado como los mariscos son una alternativa maravillosa para reducir los déficits de yodo, que pueden causar, por ejemplo, enfermedades de tiroides y bocio. A su vez, este nutriente es esencial durante la gestación, amamantamiento y crecimiento del bebé en los primeros meses de vida. Las especies que más yodo tienen son el salmonete, el salmón, el bacalao, los mejillones, el atún y el bonito.
Previene enfermedades
El pescado tiene una gran cantidad de vitaminas, sobre todo del grupo B (1, 2, 3, 12), A y D y en menor medida E. Todas ellas son un factor primordial para proteger al organismo de ciertas enfermedades, sobre todo las degenerativas, tales como el cáncer o la arterosclerosis. Favorecen la absorción de calcio y fosfato en los intestinos y estimulan al riñón a hacer lo mismo.
Protege corazón y arterias
El pescado contiene ácidos grasos poliinsaturados, entre el 25 y el 50% según la especie. Los Omega 3 y 6 que están presentes en este alimento ayudan a reducir el colesterol y a la vez, a proteger la salud cardíaca y arterial. Se aconseja a las personas consumir pescado para evitar infartos de miocardio o accidentes cardiovasculares, por ejemplo