La militarización no es la vía, por Paciano Padrón (@padronpaciano)

De militares en el ejercicio del poder estamos hasta la coronilla. Pensar que la salida a la brutal crisis que nos humilla y disminuye es otorgarles más poder a los militares, es darle el garrote al mono responsable de la crisis. Estamos viviendo un fracasado régimen militar, del que Maduro piensa salir dándole más poder que el que ya detenta. Hasta hoy la militarización no ha llenado los anaqueles de los abastos, por el contrario, los continúa vaciando a ritmo peligroso. La salida es civil, no militar; inteligente y económica, no de represión y persecución; es de producción y no de mala distribución de lo poco que hay.

 

Durante el gobierno de Maduro, como bien se sabe, cinco militares han estado al frente del Ministerio de Alimentación, otros han sido viceministros como los coroneles Hernández Lárez, en Producción Alimentaria, y Montañez Ochoa, en Políticas Alimentarias; algunos han dirigido empresas alimentarias como CASA, MERCAL y SUNAGRO, y el resultado no puede ser peor. ¿Quién ha dicho que esos militares están preparados y experimentados para dirigir políticas públicas en materia de alimentación? El año pasado, el Ministerio de Alimentación “apenas cumplió el 38 % de sus metas”.

 

La designación del Gral. en Jefe con cuatro soles Vladimir Padrino López, como superministro para la alimentación y contra la crisis de desabastecimiento, sepulta a quien lo designó. Que quede claro, Padrino López es el sepulturero de Maduro Moros. Lo extraño de esta designación con súper poderes abre las puertas a las interpretaciones que puedan hacerse y a conjeturas. Hay quienes piensan que al designársele superministro y coordinador de todos los despachos del Ejecutivo para el suministro, lo que está es trasladándosele el poder. En el último año se han designado 105 funcionarios castrenses en cargos claves, incluyendo por supuesto ministros, viceministros y presidentes de institutos autónomos y empresas del Estado; 44 de ellos generales, 13 almirantes y 35 coroneles, entre otros. Es bueno señalar que hay militares multi enchufados, 27 oficiales ocuparon dos o más cargos simultáneamente, incluyendo a ocho que fueron designados en organismos distintos. El problema no ha sido por ausencia de militares en el ejercicio del poder.

 

La historia política venezolana está signada por la bota militar; en Venezuela hemos tenido paréntesis de gobiernos civiles en medio de una sucesión de gobiernos militares, ha sido“revolución” tras “revolución”. Basta recordar que en el siglo XIX, cuando nacimos como República independiente, se contaron 52 revoluciones, siendo también numerosas las revoluciones del Siglo XX, la última comenzó en 1999 y todavía hoy, 17 años después la padecemos, esta actual la denominan Revolución Bolivariana, prostituyendo el nombre del Libertador, ya que la misma en vez de darnos libertad nos somete a importaciones y a dominio extranjero. Lluvia de revoluciones pero no hay hombres revolucionados, no hay un hombre cambiado, un hombre nuevo, más feliz y realizado. Hoy no tenemos ni qué comer.

 

Llegó la hora de enseriarnos, de pasar la página y de que el pueblo revoque -como lo quiere- el mandato que según el CNE le dimos a Maduro. Si el régimen niega el revocatorio, la situación de caos, hambre y angustia lo sacará del poder, bien por la renuncia de Maduro ante una situación insostenible, o bien por un nuevo golpe militar, como tantas veces lo ha padecido la República. No más militares, no más militarismo. Que los civiles, los técnicos, la sociedad y la iniciativa privada, con un Estado promotor, actúen de conformidad lo establece la Constitución.

 

No hay razón para pensar que el actual ministro de Alimentación, Gral. Rodolfo Marco Torres, lo hará mejor que su desastroso predecesor, el Mayor Gral. del Ejército Carlos Osorio, hoy blanco de denuncias por corrupción. De lo que si estoy seguro, es de que los cinco militares ministros de Alimentación que ha tenido Maduro se están alimentando bien, están comiendito, a pesar de que no se les ve haciendo colas. Tampoco hay razón alguna para esperar que el superministro Gral. Padrino López pueda remendar el entuerto, él es el sepulturero de Maduro Moros, como dijimos antes. La militarización no es la vía.

 

DC / Paciano Padrón / pacianopadron@gmail.com / @padronpaciano

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