Muchas veces les realizamos el primer chequeo oftalmológico a nuestros hijos cuando éstos comienzan a tener problemas con la visión aproximadamente entre los 6 o 7 años de edad. Sin embargo, esperar ese tiempo para llevarlos al oftalmólogo puede ser perjudicial.
Manuela Spagarino, oftalmóloga del Centro Médico Docente la Trinidad y experta en estrabismo afirma que la primera evaluación visual la debe hacer el pediatra al nacer. Pero si es un niño prematuro o con problemas neurológicos, el examen lo debe realizar un oftalmólogo.
“La Organización Mundial de la Salud recomienda que el pediatra evalúe cómo están formados anatómicamente los ojos del bebé. Pero si es prematuro o con algún problema debe ser evaluado por un oftalmólogo”, explica la experta.
Por otro lado, si el niño es sano pero tiene antecedentes familiares con problemas de visión, se le debe realizar su primer chequeo entre los 9 meses y el primer año de vida.
Si no tiene antecedentes puede esperar máximo hasta los 2 años, afirma.
Diagnóstico a tiempo
Spagarino, quien también es pediatra, resalta que los primeros 3 años de vida son cruciales. A esa edad se consolida más la visión por lo que después del primer chequeo se deben llevar a los niños anualmente al oftalmólogo.
Asegura que desde temprana edad se debe acostumbrar al cerebro a ver bien ya que la visión nítida permite estimular una serie de neuronas que permiten ver con claridad los objetos pequeños.
“Mucha gente espera a que el niño se queje. A los 7 años ya culmina el proceso de maduración visual. Si esperamos ese tiempo estaremos llegando tarde al diagnóstico. Si el niño tiene por ejemplo astigmatismo así le pongan lentes igual no mejorará su visión. Por eso es bueno estimular esas neuronas a temprana edad”, explica.
A cualquier edad
La pediatra afirma que no importa la edad para determinar cualquier defecto refractivo que el niño tenga.
“No hace falta que el niño sepa hablar o reconocer imágenes para saber si tiene defectos refractivos. Si tiene algún problema hay que corregírselo a partir de los 6 meses dependiendo del grado del problema”.
Al nacer los ojos no están completamente desarrollados. La mácula, una parte de la retina que permite ver con claridad, se desarrolla a los 3 meses de edad. Es por eso que a partir de los 3 meses los bebés deben fijar la mirada en las personas.
Síntomas
No se debe esperar a que el niño presente síntomas para llevarlo al especialista. Sin embargo, estos son algunos síntomas que presentan los niños con deficiencia visual: No fijan la mirada en las personas a los 3 meses de edad; desvían un ojo involuntariamente; se frotan constantemente los ojos; tienen dolores de cabeza continuos. Y durante la escolaridad lo más común es déficit de atención; inquietud o cansancio al leer.
Los más comunes
La oftalmóloga explica que los defectos refractivos más comunes en los niños es la hipermetropía. A pesar de que todos nacen con esta condición, entre los 10 y 13 años de edad debería ir disminuyendo.
El segundo problema visual infantil más común es el estrabismo y por último la obstrucción de las vías lagrimales en los recién nacidos. Spagarino comenta que 5% de los recién nacidos tienen lagrimeo. “El 90% mejora espontáneamente pero al 10% se le debe realizar un sondaje, acota.
No todos necesitan lentes
Cabe resaltar que no todos los defectos visuales en los niños deben ser corregidos con lentes. “A diferencia de los adultos, el uso de lentes depende de ciertos rangos de defectos refractivos. Por ejemplo, si el niño tiene 6 meses de edad y tiene una hipermetropía mayor de 5 de dioptría se debe corregir con lentes”, precisó.
Lentes de contacto
En el caso de los lentes de contacto en los niños la especialista resalta que los usan cuando son operados de cataratas congénitas o cuando tienen defectos en un sólo ojo.
La experta afirma que el niño con problemas visuales puede usarlos siempre y cuando los tolere.
La visión con lentes de contacto es muy buena pero hay que tener disciplina e higiene, argumenta.
Por otro lado, la visión óptima se alcanza entre los 3 y 5 años de edad “es un proceso gradual de mejoría de la percepción de la imagen. También hay niños que al primer año de edad puede tener una visión 20-20”.
DC | EU