Los líderes del grupo terrorista Daesh estrenó una nueva forma de matar a los combatientes desertores, en una cámara de gas improvisada. Los yihadistas amarran a sus víctimas en los asientos de los vehículos, cierran las puertas y las ventanas e introducen a través una manguera el gas procedente de los tubos de escape del propio automóvil hasta matar a los sentenciados.
En los últimos meses, Daesh se ha visto obligado a ceder amplios territorios en el norte de Irak y Siria, por lo que sus líderes inventan formas cada vez más crueles de atemorizar a los desertores. Esta tendencia se observa especialmente cerca de la ciudad iraquí de Mosul, donde los terroristas están a punto de perder uno de sus últimos reductos importantes.
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