El 23 de agosto de 1845 en murió en Francia, Rafael Urdaneta. Fue un militar y político venezolano, prócer de la independencia de Venezuela, el «más leal de todos los leales a Simón Bolívar» 1 y el último presidente de la Gran Colombia. Rafael José Urdaneta Farías nació el 24 de octubre de 1788 en El Carmelo, La Cañada, Estado Zulia, Capitanía General de Venezuela.
INICIOS
En su natal Maracaibo cursó los primeros estudios, formándose hasta sus 16 años en filosofía. Sus padres le envían a Bogotá, donde su tío Martín Urdaneta ocupa alto cargo en la administración virreinal. De este modo se hallaba en Bogotá al estallar el 20 de julio de 1810 el movimiento que depondría al virrey Amar y Borbón. Ese mismo año se integra al “Batallón Patriotas de Cundinamarca”. Tomando parte, bajo las órdenes del capitán Antonio Baraya, en las campañas de 1811 y 1812 dentro del territorio neogranadino, destacándose en la Batalla del Bajo Palacé.
CÉLEBRE RETIRADA
Al enterarse de que en Cúcuta el coronel Simón Bolívar organiza una expedición libertadora sobre Venezuela se hace presente, acompañando a José Félix Ribas, Atanasio Girardot y Antonio Ricaurte, entre otros. Años después el prócer zuliano ofrece en sus memorias, y a modo de explicación del significado del glorioso ciclo de 1813, la siguiente afirmación: “…avanzábamos, pero no conquistábamos”, indicando de este modo la necesidad de asegurar territorios a medida que el Ejército Republicano se acercaba a la capital de la República. Al año siguiente, tras los éxitos de Araure, primera Batalla de Carabobo, La Victoria y San Mateo, así como los reveses de La Puerta y la rebelión popular encabezada por José Tomás Boves, Urdaneta resguardará el resto de las tropas patriotas que Bolívar le encargó para resistir el sitio a Valencia, retirándose por estribaciones montañosas de San Carlos hasta los Andes y de allí a Nueva Granada.
EN NUEVA GRANADA
Al preservar la capacidad operativa de una fuerza de 500 hombres que marcharon a tierra neogranadina, Urdaneta prestó un servicio invaluable al Libertador, pues éste, tras llegar a Cartagena de Indias en septiembre de 1814, luego de ser desconocido en Carúpano por José Félix Ribas y Manuel Carlos Piar, contó Bolívar con una fuerza que acatando al Gobierno de Cartagena, le apuntalaría como General en Jefe de los ejércitos neogranadinos, operando Bolívar con apoyo de Urdaneta hasta mayo de 1815. Al partir el héroe caraqueño a su nuevo exilio en Jamaica, Urdaneta salva los restos de su fuerza encaminándose a los llanos de Casanare hasta contactar a José Antonio Páez (Apure), con quien combatirá en la acción de El Yagual de 1816. En 1821 “Urdaneta será factotum para el pronunciamiento de Maracaibo por la Independencia”. Y a fines de 1830 asume la Presidencia de la Gran Colomba. Urdaneta fue masón grado 33.
“Y CUENTA LA HISTORIA…”
“Defender la Patria es trabajar por una democracia política, social y cultural, que garantice que todos los venezolanos vivamos con dignidad, sin el acoso de la miseria o la inseguridad, ni el colapso de los servicios esenciales (…) Con frecuencia, los discursos, las ofrendas … a Bolívar, Urdaneta u otros próceres, son el mejor modo de enterrarlos definitivamente (…) ‘No dejo en el mundo sino una viuda y once hijos en la mayor pobreza’, testimonió Urdaneta antes de su muerte en París’ (…) Y cuenta la historia que sabiendo que le había llegado la hora de su muerte, llamó a sus hijos Rafael y Luciano … y les ordenó: ‘Encárguense ustedes de devolver al Gobierno de Venezuela la parte que aún queda de los viáticos que me adelantaron para el viaje que no he podido concluir”.
DC|CC