El fuerte sismo que sacudió el centro de Italia la madrugada del miércoles ha dejado al menos 73 personas muertas en tres de las localidades más afectadas, donde equipos de rescate se apuraban para sacar a los sobrevivientes de entre los escombros.
“Mi pueblo ya no existe”, dijo Sergio Perozzi, alcalde de una de ellas, Amatrice. “La cifra de muertes seguro aumentará”.
Una persona en Illica, en el norte de Amatrice, una localidad de Italia muy afectada por el sismo, describió la escena del terremoto.
Agostino Severo, quien vive en Roma y estaba de visita en Illica, contó que había salido a la plaza “y parecía el infierno de Dante: gente llorando pidiendo ayuda”. Agregó que los socorristas tardaron entre una hora y hora y media en llegar.
Por su parte, el fotógrafo Emiliano Grillotti contó que en el poblado de Accumoli vio a más de 15 personas cavando con sus propias manos para salvar a una familia de cuatro.
“Podía oír a uno de los niños gritando”, narró.
La doctora Patrizia Santilli, del hospital de Amatrice, afirmó que “he vivido ya varios terremotos. Pero este fue de una violencia inaudita. Yo estaba de guardia y me agarré a una camilla, sin poder moverme, hasta que acabó la sacudida. Algunas partes del hospital quedaron destruidas. Evacuamos a los pacientes y me dirigí hacia las calles del pueblo para prestar ayuda”.
“No había nadie en ese momento, porque las calles estaban llenas de escombros y las casas se habían derrumbado. El país no existía. Después oí algún lamento y ya de día presencié escenas dramáticas, como la de una madre ante su hijo muerto. Pero debo decir que la gente mantuvo siempre la compostura”, continuó.
Paola Mancini, de 79 años de edad y paciente del mismo hospital, narró que “fue una sacudida que duró muchísimo. Fue terrible. Tuvimos mucho miedo. Estábamos paralizados por el terror. Veía que todo se derrumbaba a mi alrededor”.
De igual manera, el párroco de la ciudad, Savino D’Amelio, afirmó entre lágrimas, tras ver destruida su casa y gran parte de su iglesia, que “es una tragedia enorme. Espero que tengamos el coraje de seguir adelante”.
En Pescara de Tronto, destaca la historia de la abuela que rescató a sus nietos de 4 y 7 años de edad.
“La abuela los metió debajo de la cama y ella misma hizo de escudo. Por un boquete que abrimos pudimos rescatar más fácilmente a los niños, que colaboraron también en su propio rescate. Nos costó más sacar a la abuela, porque estaba atrapada bajo los escombros”, narró uno de los bomberos.
Los españoles Margherita Amodei y Antonio Blas Batet, quienes se encontraban de vacaciones en la localidad de Campotosto, se encontraban durmiendo cuando se produjo el terremoto.
“Hemos sentido una sacudida muy fuerte y nos hemos levantado enseguida. Este es un lugar que quedó afectado hace siete años por el terremoto de L’Aquila y todavía la iglesia y algunas casas estaban afectadas”, relató Batet.
“Todo el mundo del pueblo estaba en la calle o en los coches asustado, temiendo lo que ocurrió en el anterior terremoto. La idea de estar en casa daba miedo solo pensarla… Para nosotros se ha quedado sólo en un susto mayúsculo”, añadió desde Roma.
Desde Twitter, el escocés Ryan Sloan, quien se encontraba de luna de miel con su esposa Sarah, narró que “Fue el momento más aterrador de mi vida”.
DC|López Dóriga