La guerrilla FARC se volverá un “grupo paramilitar” en Colombia con el acuerdo alcanzado con el gobierno de Juan Manuel Santos, que pone fin a más de medio siglo de conflicto armado, dijo este viernes el expresidente Álvaro Uribe.
“Este proceso convierte a la FARC en grupo paramilitar, socio del Estado para combatir a otros delincuentes”, indicó el exmandatario, férreo opositor del pacto negociado por considerar que otorgará “impunidad” a los insurgentes, a quienes combatió duramente durante su gobierno (2002-2010).
El actual senador dijo que lo negociado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) en La Habana, sede de los diálogos desde noviembre de 2012, asocia al Estado con los rebeldes, a quienes tildó de traficantes de droga, “con la disculpa de enfrentar a otros narcotraficantes, y con daño irreparable a las instituciones”.
“El gobierno ha utilizado este proceso para estimular el descrédito de nuestra democracia ante propios y ante la comunidad internacional”, aseguró Uribe, quien señaló que el partido derechista Centro Democrático que lidera realizará una “austera” campaña por el “no”, con miras al plebiscito del 2 de octubre en el que los colombianos se pronunciarán sobre lo pactado.
Para el expresidente, que durante su mandato buscó negociar la paz con las FARC y el Ejército de Liberación Nacional (ELN, aún activo), el acuerdo de La Habana “premia al terrorismo”, porque los responsables de “delitos atroces” no pagarán cárcel y podrán tener elegibilidad política.
“Nuestra democracia les dio todas las oportunidades y prefirieron seguir con el asesinato”, agregó Uribe, fuertemente enfrentado con Santos, su ministro de Defensa entre 2006 y 2009.
Según el acuerdo de paz, quienes confiesen crímenes atroces ante un tribunal especial podrán evitar la cárcel y recibir penas alternativas. Si no lo hacen, y son declarados culpables, serán condenados a penas de ocho a 20 años de prisión.
Como lo ha venido haciendo en los últimos meses, Uribe reiteró que con lo pactado el gobierno “le allana el camino” al “castrochavismo” en Colombia.
Uribe promovió durante su gobierno la desmovilización de los grupos paramilitares de derecha, surgidos en la década de 1980 para combatir a las guerrillas alzadas contra el Estado 20 años antes y muy vinculados al tráfico de drogas. Muchos de sus líderes fueron por ello extraditados a Estados Unidos, donde cumplen penas de prisión.
DC | AFP