El engendro heredero, ese que hoy, para desgracia de todos los venezolanos, está al frente del régimen, lamentablemente, no tiene ninguna preparación académica ni tampoco la capacidad intelectual para afrontar tamaña responsabilidad, de allí el estruendoso fracaso que ha desarrollado en su ejercicio como tal. Claro, es público y notorio que él asumió ese cargo porque iba a recibir la asesoría permanente de quienes coadyuvaron para su designación; sin embargo, estos, Fidel y Raúl, solo están interesados en lo crematístico y en lo ideológico, por encima de los verdaderos intereses de los venezolanos; por supuesto, estos últimos están enmarcados en el contexto de la democracia, de las libertades ciudadanas y en el Estado Social y de Derecho, tal cual como está concebido en la CN.
Esta asesoría comunista no devino con éste régimen, sino que se extrapoló desde los propios inicios del gobierno del “comandante eternamente enterrado”; pero el engendro heredero por las propias circunstancias imperantes en el país y de su propia incapacidad, ha fundamentado su radio de acción prácticamente con la constante permanencia de los cubanos como actores principales en la conducción del régimen. El país está en un caos incontenible por las políticas gubernamentales y comunistas impuestas en los 17 años que llevan en el poder, que se han agravado geométricamente en los últimos tres años y que han llevado a una descomposición social in extremis; esta situación ha originado, como nunca en nuestro país, una movilización colectiva de protesta pacífica, pero, al mismo tiempo firme, de exigencia contundente de un cambio radical en la conducción del país. La marcha de ayer en la ciudad de Caracas, donde más de millón y medio de venezolanos salieron a protestar, es una prueba de ello; el pueblo en la calle quiere que el engendro deje de inmediato el poder y una forma inequívoca de ello es aplicar el artículo 72 de la CN, que taxativamente se refiere al Referendo Revocatorio.
La respuesta de los asesores del régimen comunista, ante esta ola de descontento generalizado existente en todos los estratos políticos, sociales, económicos, académicos y éticos del país, es la persecución implacable contra todos los sectores que se manifiesten contrarios a sus políticas comunistas, fundamentalmente a los sectores de la oposición agrupados verdaderamente en la pluralidad política – partidista, bajo el nombre insustituible de la MUD. Quieren acabar, como sea, esa disidencia; le aconsejan al engendro heredero, la utilización de los organismos de seguridad del Estado, para encarcelar a los líderes opositores y disparar a mansalva a los integrantes de las protestas; cuestión que lo han venido realizando de manera salvaje, particularmente desde febrero del año 2014 hasta la actualidad; han decretado un conjunto de artículos inconstitucionales en una resolución llamada 008610, que autoriza a las fuerzas públicas la utilización de “armas de guerra” para detener todo tipo de protestas.
Los asesores cubanos, en verdad, no pueden recomendar otra cosa, eso es lo que ellos han llevado a cabo en Cuba en los últimos 60 años: muerte, detenciones, destrucción y destierro. El mundo ha cambiado, la guerra fría terminó para siempre; hoy priva en los gobernantes el sagrado respeto a los DDHH, la Democracia, el Estado de Derecho, las Libertades Ciudadanas. Existen como figuras determinantes para la consolidación de esos postulados, diversos organismos internacionales como la ONU, OEA, Tribunal de La Haya, los organismos de rango internacional de los DDHH (con un alto grado de poder para velar por su cumplimiento) y otros organismos de peso regionales.
El engendro y quienes lo acompañan están al margen de la ley en lo interno como en lo externo; de hecho a raíz de las detenciones arbitrarias, violadoras de los DDHH de Leopoldo, de Daniel, de Ledezma, de los estudiantes, empresarios, periodistas y otros atrevidos disidentes, han recibido un rechazo internacional que realmente ha sido contundente y de mucho apoyo para que el pueblo venezolano no decaiga en la lucha por un mejor destino. Se han pronunciado categóricamente por la liberación de estos opositores todos los organismos precitados, además gobiernos democráticos de todos los continentes, parlamentos, inclusive muchos políticos afines ideológicamente. El engendro heredero al mejor estilo de Hussein, Gadaffi, Noriega, entre otros, pretende eliminar por ´´decreto´´ articulados de la CN, entre ellos el referente a la inmunidad parlamentaria; es decir, ha cavado su propia tumba en lo político y en lo ético.
DC / Prof. Marlon S Jiménez García / Profesor Universitario /Marjimgar54@hotmail.com