Los bomberos consiguieron apagar el gran incendio declarado en el campo de refugiados de Moria, en la isla de Lesbos, en el Egeo oriental, que provocó que entre 3.000 y 4.000 refugiados, escaparan del campo.
Las llamas obligaron a las autoridades a evacuar a unos 150 menores sin acompañar a otras instalaciones, la mayoría a albergues juveniles.
“No sabemos aún si hay heridos, todos los refugiados están fuera del campamento y ahora estamos tratando de hacer un esfuerzo para que vuelvan a él. Unos 500 ya regresaron”, aseveró un portavoz de la Policía del Egeo de Norte, el cual no quiso confirmar, sin embargo, si el fuego fue intencionado como señalan algunas fuentes.
“El incendio se ha declarado en varias tiendas de campaña. No hubo riesgo para vidas humanas”, declaró el departamento de bomberos.
Durante el día estallaron diversas peleas entre refugiados y migrantes de distintas nacionalidades en el campo de Moria, una de ellas al menos, según la prensa local, después de que se extendiera el rumor de inminentes deportaciones masivas.
Por la mañana alrededor de 300 refugiados escaparon de dicho campo y trataron de celebrar una marcha de protesta en la ciudad, pero fueron detenidos por la Policía y se vieron obligados a regresar al campamento.
DC | EFE