Quemó con agua hirviente a concubina de 16 años y la mantenía encerrada en Táchira
Una comisión mixta de Politorbes y PNB logró rescatar el día martes a una adolescente de 16 años que presentaba quemaduras de primero y segundo grado en 60 por ciento del cuerpo, producto de que su concubino presuntamente la quemó con agua hirviente, el pasado sábado al mediodía, en el sector Santa Lucía, de El Corozo estado Táchira.
En el procedimiento, en el que además participó como apoyo una comisión de Protección Civil Torbes, aprehendieron a dos hombres, específicamente al concubino de la víctima y a un hermano de este, a los que incluso sorprendieron consumiendo droga, en presencia de dos niños (de 7 meses y de un año y medio de edad), hijos de la chica.
Identificaron a los detenidos como L. Higuera, colombiano, de 43 años de edad, concubino de la jovencita y señalado de haberla quemado, y H. Rozo, también de nacionalidad colombiana, de 40 años, hermano del anterior. A ellos les incautaron en el rancho una pipa y cuatro envoltorios de supermarihuana cripy, indicaron las autoridades.
La víctima fue identificada como M. Rodríguez, a quien los paramédicos le brindaron -in situ- atención prehospitalaria y psicológica, toda vez que por temor a futuras represalias del sujeto, inicialmente afirmaba haber sido ella quien se quemó accidentalmente, además de que se resistía a que la sacaran del rancho y la trasladaran al hospital.
Poco a poco, los funcionarios la fueron convenciendo y al cabo de un rato accedió a que la llevaran al Hospital Central, donde quedó recluida en el área de Caumatología.
La lamentable situación de la joven la conocieron las autoridades policiales de Torbes, a través de una llamada anónima, pidiéndoles que fueran a verificar qué pasaba en el mencionado rancho, pues escuchaban pedidos de auxilio de la muchacha y los vecinos temían que le pasara algo grave, ya que todos conocían que era víctima de reiterados abusos y agresiones por parte de los dos hombres.
Al llegar la comisión mixta,, los policías derribaron la puerta, pues la repuesta agresiva y vulgar que recibieron desde el interior les indicó que no les abrirían de buena manera. Allí hallaron a los dos hombres, drogándose, a los niños llorando, y en una esquina del rancho, desnuda sobre una cama, a la adolescente, quejándose del dolor.
Le apreciaron quemaduras en distintas partes del cuerpo: brazos, espalda, tórax, piernas. Las heridas ya estaban infectadas y de ellas expedía un olor putrefacto, que les hizo entender a los presentes que la muchacha se estaba pudriendo en vida por el proceso infeccioso que tomó su piel, sin que su marido y cuñado le hubieran brindado la debida asistencia médica, y que prácticamente la mantenían allí secuestrada, en un espacio contaminado, no idóneo.
La muchacha temía ser evacuada por miedo a la pareja. Lloraba, estaba ansiosa y adolorida. A los paramédicos les llevó cerca de hora y media convencerla de que necesitaba ser atendida y, una vez accedió, fue trasladada de emergencia en una ambulancia hasta el Central, bajo custodia policial, por razones de seguridad. Allá fue donde finalmente admitió que el concubino fue quien le causó las quemaduras.
Confesó que el pasado sábado, al mediodía, mientras preparaba el almuerzo, el niño mayor comenzó a llorar sin parar, situación que le causó una ira incontrolable a L. Higuera, quien, como una manera de drenar su rabia, tomó una olla con agua hirviente y la vació sobre ella. Desde ese día la mantuvo encerrada en el rancho.
DC | La Nación