Dentro de los elementos probatorios que tiene el gobierno de Estados Unidos para acusar a Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, sobrinos de la pareja presidencial de Venezuela, de conspirar para traficar 800 kilos de cocaína a ese país, se encuentran “otras fuentes” que la DEA consultó para corroborar la información suministrada por el informante CW-1, alias “El Sentado”, y que aún no han sido reveladas por esa agencia federal.
En un informe firmado por Emil J. Bove III y Brendan F. Quigley, abogados asistentes del fiscal Preet Bharara, se aclara que cuando el testigo cooperante CW-1 reportó que “el funcionario del gobierno de Venezuela, Bladimir Flores, lo llamó para informarle que enviaría a sus dos sobrinos a Honduras para negociar un negocio de tráfico de drogas, que tenía como destino Estados Unidos, los agentes de la DEA procedieron a verificar si los dos sobrinos del presidente de Venezuela eran activos traficantes de drogas, lo cual se confirmó por otras fuentes”.
El informe destaca que “CW-1 era un traficante de drogas, postrado en una silla de ruedas, que estaba tratando de cooperar con el gobierno y con la DEA, en un esfuerzo por obtener un acuerdo de cooperación en relación con un delito que cursaba en su contra en el distrito de Nueva York”.
Aclara que la DEA no ejecutó un acuerdo de cooperación con CW-1. Sin embargo, “la información proporcionada a la DEA por CW-1, relacionada con la investigación de los acusados Campos Flores y Flores de Freitas fue cotejada con otras informaciones obtenidas por la agencia antidrogas, que corroboraron que los parientes del presidente de Venezuela participaron activamente en el tráfico de drogas”.
Los fiscales Emil J. Bove III y Brendan F. Quigley también se refieren en su informe a las intenciones de la defensa de querer eliminar la fotografía que muestra el primer encuentro ocurrido en Honduras, donde Campos Flores y Flores de Freitas se encontraron con “El Sentado” (CW-1).
Randall Jackson, abogado de Campos Flores, junto con su equipo, solicitaron al juez Paul Crotty que permita la comparecencia de una experta en fotografías digitales y metadatos, para escrutar la gráfica enviada por CW-1 a la DEA, ya que la misma —según los defensores— “debe ser eliminada por estar manipulada”.
En un reporte de CW-1 a los agentes de la DEA que trabajaron en la operación se informó que una mujer, cuya identidad no fue revelada, había tomado otras fotografías de ese encuentro, pero las imágenes no fueron enviadas a la DEA.
El reporte revela parte de un informe enviado por el testigo cooperante CW-1 al agente especial de la DEA, Sandalio González en relación con la reunión que tuvo lugar en Honduras, el 3 de octubre de 2015 y a la cual asistieron los acusados.
DC|EN