«No puedo creer que esté diciendo que un candidato a la presidencia de Estados Unidos se ha jactado de agredir sexualmente a las mujeres».
Así empezó su inusual discurso Michelle Obama, justo mientras el candidato al que se refería, el republicano Donald Trump, se preparaba para defenderse en otro púlpito de las numerosas acusaciones públicas de acoso que penden sobre él.
«No puedo dejar de pensar en esto. Me ha sacudido hasta la médula, de una manera en la que no pude haber previsto», prosiguió.
Este jueves la primera dama de EE UU se dirigió a un centenar de personas que se habían reunido para escucharla en un gimnasio universitario de Nueva Hampshire.
Era su sexto acto de campaña a favor de la candidata demócrata, Hillary Clinton.
«Pero esto no es sobre política», advirtió.
«No es algo que podamos ignorar. Algo que podamos barrer y esconder bajo la alfombra, una nota al pie de una triste temporada de elecciones».
«Esto es escandaloso, es intolerable y no importa a qué partido pertenezcas», explicó.
«Ninguna mujer se merece ser tratada así. Ninguna de nosotras merece este tipo de abuso».
Obama se refirió así a las acusaciones de acoso que se le acumulan a Trump desde que el sábado The Washington Post difundiera el video en el que el magnate metido a político se vanagloriaba de besar a mujeres sin permiso y hasta de tocarles sus genitales.
El republicano ya pidió disculpas por ello e insistió en que eran puras «palabras», una «conversación de vestuario» tras la que no se escondía ningún hecho.
Pero la primera dama no acepta sus explicaciones.
«(Los del video) no fueron tan sólo unos comentarios obscenos. No fue una simple broma de vestuario», dijo Obama.
Donald Trump niega haberse comportado inapropiadamente con mujeres
«Fue un individuo poderoso que habló libre y abiertamente sobre un comportamiento de depredador sexual», comenzó.
«De hecho se jactó de besar tocar a mujeres, usando un lenguaje tan obsceno que muchos de nosotros nos preocupamos de si nuestros hijos lo oirían al encender el televisor».
La primera dama en ningún momento dijo el nombre de a quien dirigía las duras palabras y se refirió a él como «mi oponente», «el candidato» o simplemente «él».
«Para hacer las cosas peores, ahora parece muy claro que no fue un incidente aislado», dijo Obama, refiriéndose a los testimonios de al menos cinco mujeres que aseguran que Trump se propasó con ellas.
«(Lo que Trump decía en el video) es sólo uno de los incontables ejemplos de cómo ha tratado a las mujeres toda su vida», subrayó.
Ante la audiencia que la escuchaba con atención, Obama reconoció que había planeado para la ocasión un discurso más clásico, pero que limitarse a decirlo sería «deshonesto».
Por ello, prefirió hablar de esto: «Los vergonzosos comentarios sobre nuestros cuerpos. El irrespeto a nuestra ambición y nuestro intelecto» del multimillonario.
«¿Creer que puedes hacer lo que quiera a una mujer?», exclamó. Eso «es cruel y… alarmante».
«Y de verdad, duele. Duele», dijo emocionada.
«Es esa sensación de temor y de violación que demasiadas mujeres sintieron cuando alguien la agarró, cuando las forzaron aunque dijeron que no y no las escucharon».
No fue hasta entonces que Obama mencionó a la candidata demócrata y pidió el voto para ella.
Obama imploró a los votantes que consideraran el impacto que tendría que Trump llegara a la presidencia y cuál sería el mensaje que lanzarían con ello al mundo.
«Si votan por alguien que no es Hillary, o si no votan, están ayudando a que su oponente sea electo», dijo.
«Imagínense cómo sería eso».
DC | BBC