La soya posee una importancia estratégica debido a su utilidad en la producción de alimentos balanceados para animales, y por supuesto, en la alimentación humana. En Venezuela la mayor superficie cosechada se registra en el año 2011 con 42.215 hectáreas, con una producción de 49.777 toneladas del grano, mientras la mayor cantidad producida en nuestras fronteras se registro en el año 2010 con 65.702 toneladas. No obstante, la producción ha caído a niveles alarmantes, para el 2015 solo se lograron cosechar 5.946 hectáreas.
El país actualmente importa 1 millón 400 mil toneladas del rubro (el 98 % de su consumo), en grano, en torta o harina, la cual es necesaria para la elaboración de alimentos balanceados para animales representando un 30 % de los componentes de este alimento, lo cual requiere una erogación por encima de los 505.0 millones de dólares anualmente. Las importaciones del gobierno se destinan adicionalmente a la traída del aceite de soya para consumo humano, ya que nuestra nación depende casi en un 90 % de importaciones para cubrir el déficit de grasas y aceites.
En informe presentado por Ramón Elías Bolotín, directivo de oleaginosas y leguminosas de la Confederación de asociaciones de productores agropecuarios de Venezuela (Fedeagro) se desprende que «entre soya y girasol se pueden producir en tierras venezolanas 1.7 millones toneladas de harina oleo proteica, de las 1.4 millones de toneladas que se necesitan a escala nacional, y 520.0 mil toneladas de aceite comestible, cuyo consumo interno se ubica en 720.0 mil toneladas por año». Por cada dólar que se invierta en producir soya dentro de nuestras fronteras, se estima que se le ahorrarían al país 5 dólares en importaciones de productos alimenticios semiprocesados o procesados.
Las principales zonas con potencial para la producción de este cultivo se encuentran en los estados Portuguesa, Guárico, Anzoátegui y Monagas, no obstante no es despreciable las importantes superficies en otros estados, entre los cuales resaltan Zulia – Trujillo que poseen una importante capacidad ya demostrada por la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia en este cultivo en la zona conocida como la Planicie del Río Motatan; a su vez dentro del proyecto Diluvio Palmar, en el municipio Jesús Enrique Losada del estado Zulia, la empresa brasileña Odebrecht obtuvo altos rendimientos en las siembras de soya realizadas bajo su responsabilidad.
Según estimaciones de diversos especialistas, en el país existen un aproximado de 2.0 millones de hectáreas de suelos con potencial para el buen desarrollo de la soya, siendo necesario solo la siembra de 1.0 millón para cubrir la demanda actual del grano, tomando como referencia el rendimiento nacional promedio por hectárea de 1.400 kilogramos en las siembras comerciales de los últimos diez años. No obstante, a través del uso de nuevas tecnologías, uso de variedades adaptadas con mayores rendimientos, la superficie necesaria a establecer estaría muy por debajo del millón de hectáreas. El personal técnico de la empresa Agritrader considera posible alcanzar rendimientos sobre los 2.500 kilogramos por hectárea.
Actualmente desde el sector agroproductor privado del estado Portuguesa se viene motorizando un movimiento de impulso a este cultivo en Venezuela, teniendo como meta en el largo plazo la supresión total de la importaciones de soya de nuestro país, el cual se ha autodenominado la «Ruta de la soya». Ramón Elías Bolotín, de la Asociación de Productores Agrícolas Independientes (PAI) conjuntamente con Domingo y Luigi Dalvano directivos de la Asociación de Productores Programa Agrícola ITALVEN (ASOPRAI), son quienes han asumido esta importante labor, contando adicionalmente con el apoyo de la Asociación nacional de cultivadores de algodón (ANCA), la Asociación de Productores Rurales del Estado Portuguesa (ASOPORTUGUESA) y la Asociación de Productores Rurales de Turén (ASOPRUAT), además de la FUNDACIÓN DANAC y la empresa AGRITRADER.
A este grupo de valientes hombres y mujeres que desde el sector privado nacional esperan todo el apoyo del gobierno nacional, agroindustria, universidades y centros de investigación los inspira una premisa «la soya esta vez regreso a Venezuela para quedarse para siempre». Creo firmemente en la tarea que se han trazado, sigan adelante, desde nuestros espacios nos sumaremos a esta gran campaña que se está construyendo desde el agro venezolano a favor de la verdadera seguridad y soberanía agroalimentaria de todo un país. Si se puede!
DC / Ing. Agr. M. Sc. Werner Gutiérrez Ferrer / Ex Decano de la Facultad de Agronomía de LUZ / @WernerGutierrez