Tras los primeros dos debates entre Hillary Clinton y Donald Trump, llegó el momento del encuentro decisivo. A solo tres semanas de las elecciones del 8 de noviembre, ambos candidatos tendrán su última gran oportunidad para ganar los votos que les permitan ocupar el sillón de la Casa Blanca.
La cita será en el Centro Thomas and Mack, en el campus de la Universidad de Las Vegas, Nevada, donde las preferencias están divididas. En tanto, la Comisión de Debates Presidenciales, a cargo de la organización, anunció que los tópicos del encuentro serán economía, migración, deuda, Corte Suprema, la lucha contra el terrorismo, beneficios públicos y aptitud para la presidencia. Por eso, se aguarda que la discusión será álgida.
¿Qué quedó de los debates anteriores?
En los primeros dos encuentros, Clinton obtuvo una ventaja, mientras que Trump quedó envuelto en el escándalo por los audios sobre el trato que brindaba a las mujeres, a quienes ―según dijo― besaba y tocaba aunque no tuviera su consentimiento.
En respuesta, durante el segundo debate, el candidato republicano recordó el ‘palmarés’ sexual del expresidente Bill Clinton, mientras paseaba por el escenario y gesticulaba ante cada palabra de su contrincante.
La primera pelea: diferencias sobre la inmigración
En uno de los puntos más controvertidos, Trump dejó en claro su intención de deportar a más de 11 millones de indocumentados, la mayoría mexicanos, país al que pretende hacerle pagar el costo de la construcción de un muro fronterizo. También manifestó en más de una vez su deseo de impedir la entrada al país a los musulmanes como forma de evitar al terrorismo.
Por su parte, Clinton prometió enviar al Congreso una reforma migratoria integral durante los primeros 100 días de su presidencia, así como cerrar los centros de detención privados para inmigrantes para no separar familias y terminar con las deportaciones.
¿Qué postulan para superar la crisis económica?
Una «economía justa», eso es lo que propone la demócrata con la intención de reconstruir la clase media. Por eso, su premisa es que el sistema deje de favorecer a los sectores más acaudalados, a los que les subiría los impuestos, mientras que también impulsaría un modelo empresarial que redistribuya sus ganancias con sus empleados.
En cambio, Trump habló de generar 25 millones de empleos en una década, mientras que, también apuntando a los inmigrantes, aseguró que no se pueden perder puestos de trabajo que deberían ser de los estadounidenses. Por último, se manifestó a favor de reformar los acuerdos comerciales «defectuosos», como el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por su siglas en inglés).
Lucha y acusaciones sobre el terrorismo
Este tema también promete generar polémicas, ya que Trump, por un lado, responsabilizó a Hillary Clinton por «uno de los peores acuerdos realizados por un país en la historia», en relación con el convenio nuclear con Irán; a la vez que acusó al Gobierno de Barack Obama de haber favorecido al Estado Islámico (EI) con la decisión de retirar las tropas estadounidenses de Irak.
Hillary contestó: afirmó que el magnate republicano no tiene ningún plan para enfrentar al EI y defendió el acuerdo con Irán y el papel de la OTAN, también denostado por Trump.
Con la promesa de fervientes discusiones se desarrollará el tercer y último debate presidencial, que tendrá seis segmentos de 15 minutos, moderados por el presentador de la cadena Fox News, Chris Wallace.
Agencias