Las alternativas que existen para secar el cabello no son demasiadas. Lo que todas escuchamos decir con frecuencia es que secarlo con secador no es la mejor opción para mantenerlo sano. Pero según un estudio realizado recientemente en Corea, el secador podría ser preferible a ni siquiera secarlo (siempre y cuando usemos la técnica adecuada).
¿Cómo es posible?
Para comprender esto es necesario hacer referencia a la anatomía del cabello: cada uno de los cabellos que conforman nuestra melena es una especie de tubo compuesto por una corteza interior y una capa exterior que lo protege -la cutícula-. Cuando esta se encuentra intacta, el cabello está fuerte y cobra un aspecto brillante.
Pero demasiado calor puede dañar la cutícula porque el agua localizada en la corteza de cada cabello adquiere una temperatura demasiado alta.
¿Adiós secador?
Todo indica que dejarlo secar es la mejor opción, pero este estudio concluyó que si bien el calor de un secador puede ser dañino si no se usa a temperatura y distancia adecuadas, no usarlo puede ser aún peor. Eso se debe a que cuando el cabello entra en contacto con el agua, se hincha y cuanto más dura esa »hinchazón», más presión se ejerce sobre las proteínas que recubren al cabello y puede provocar más daño.
Entonces… ¿cómo deberías secarlo?
La técnica más eficiente (y saludable) es dejar que tu cabello se seque hasta un 70% de forma natural y luego con el secador (en su modo más frío) a un distancia de al menos 15 centímetros.
A veces no se trata de ir a extremos, sino de aprovechar lo mejor de ambos mundos: secarlo al natural y secarlo con secador (a una temperatura y distancias recomendadas) es la mejor combinación.
DC | Agencias