Según el sitio web saschafitness.com se trata de un mito que surge por aquello de que “cuando consumes más proteínas haces trabajar más a los riñones”, pero esto sólo perjudica a quienes tienen problemas o fallas renales, no a personas saludables. No hay ningún estudio que certifique y afirme que una dieta alta en proteínas te perjudica, al contrario, la proteína en buenísima porque ayuda a controlar glucosa en sangre e insulina, es una aliada para la pérdida de grasa, ayuda a incrementar masa muscular, acelera el metabolismo y controla mucho el apetito.
Ahora, lo que si debes tener en cuenta es que tienes que tomar más agua cuando consumes más proteína y esa proteína debe estar justificada con un buen entrenamiento físico, ya que cuando haces mucho ejercicio pierdes proteína/aminoácidos que tu necesita como fuente de energía en un entrenamiento intenso, porque cuando haces pesas ocurren microdesgarres en las fibras musculares, que solo se regeneran y fortalecen si hay suficiente proteína en la dieta.
Es recomendable que si comes mucha proteína consumas muchísimos vegetales, sobre todo verdes, para contrarrestar la acidez que genera la proteína y equilibrar el pH.
Si multiplicas tu peso en kg por 2, te dará un aproximado de la cantidad diaria de proteína que necesitas, por ejemplo: si pesas 57 kg x 2=114g de proteína, ojo, no son 114g de pollo, en 100g de pollo hay 30g de proteína, en 4 claras de huevo hay 15g, en un batido de Whey Protein hay 24g, y así se van sumando. Lo ideal es que si eres mujer consumas de 15 a 30 g de proteína por comida, y si eres hombre entre 25 y 40 g, distribúyela muy bien durante el día en varias comidas para que tu cuerpo pueda asimilarla y utilizarla mejor.
DC | Agencias