El presidente estadounidense, Barack Obama, dedicó hoy las primeras horas de la jornada electoral en la que se decidirá a su sucesor a jugar a baloncesto, una afición que retoma como ritual cada cuatro años en comicios presidenciales.
El demócrata Obama, que ya votó hace una semanas por anticipado en Chicago, acudió a un gimnasio de Fort McNair, una instalación militar naval en Washington, a las orillas del río Anacostia.
Anoche, el mandatario estadounidense participó en el cierre de campaña de la candidata demócrata, Hillary Clinton, en Filadelfia, junto a la primera dama, Michelle Obama.
Durante las últimas semanas, Obama ha estado especialmente activo y ha participado en numerosos actos para solicitar el voto para Clinton y criticar con firmeza al aspirante republicano, Donald Trump.
El baloncesto es el deporte favorito del actual presidente estadounidense, quien solía a menudo jugar partidos junto a amigos hasta que en uno de ellos, en 2010, sufrió un golpe en la cara por el que recibió doce puntos de sutura en el labio.
Como consecuencia, el Servicio Secreto urgió a Obama a optar por una afición con menos contacto. Desde entonces, el presidente de EEUU se concentró en el golf y suele dedicar sus momentos de descanso a jugar rondas con amigos en campos cercanos a la capital estadounidense o en sus habituales destinos vacacionales de Massachusetts en verano y Hawai, su estado natal, en Navidad.
No obstante, Obama ha mantenido la tradición del partido de baloncesto mañanero como ritual de las jornadas electorales presidenciales, cada cuatro años.
EFE