Con sus dos primeros nombramientos importantes, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, tendió la mano a dos importantes círculos rivales republicanos: nombró secretario general de la Casa Blanca al jefe del partido Reince Priebus y como estratega jefe y asesor de alto rango a Stephen Bannon, un ejecutivo de Breitbart News.
Ambos estaban en la lista de seleccionados de Trump para el cargo de secretario general. Si bien fue Priebus quien consiguió ese puesto, también se espera que Bannon tenga una influencia considerable. El exejecutivo de los medios dirigía un sitio web que apelaba a la llamada «alt-right»: un movimiento asociado frecuentemente con los intentos de la extrema derecha para preservar la «identidad blanca», que se opone a la sociedad multicultural y defiende los llamados «valores occidentales».
Priebus defendió el lunes a su colega, diciendo que ambos formaron una pareja efectiva al guiar a Trump a un triunfo sobre Hillary Clinton y hacia la presidencia. Trató además de distanciar a Bannon de los titulares provocadores de su portal, diciendo que fueron escritos por otras personas no identificadas.
«Juntos, hemos conseguido manejar muchas de las decisiones de la campaña», dijo Priebus en el programa «Today» de la NBC. «Ha resultado muy, muy bien».
Los anuncios de Trump fueron a primera vista contradictorios, aunque encaja en la costumbre del célebre empresario de crear un auténtico test de Rorschach que permite a sus seguidores ver lo que quieren.
Priebus, que azuzó a la Convención Nacional Republicana a apoyar a Trump este verano pese a algunas objeciones internas, es un agente del partido con un conocimiento profundo del establishment de Washington que Trump ha prometido reestructurar. Es cercano al presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, de Wisconsin como él.
«Estoy muy agradecido al presidente electo por esta oportunidad de servirlos a él y a este país mientras trabajamos para crear una economía que funcione para todos, asegurar nuestras fronteras, revocar y reemplazar el Obamacare y destruir el terrorismo radical islámico», dijo Priebus en un comunicado sobre su nombramiento.
Bannon, por su parte, ayudó a convertir el sitio Breitbart News en la principal plataforma de la rama antisistema del partido, que a su vez impulsó el auge político del empresario neoyorquino. Ryan fue uno de sus blancos más habituales.
«Steve y Reince son líderes altamente calificados que trabajaron bien juntos en nuestra campaña y nos dirigieron hacia una victoria histórica», dijo Trump el domingo en un comunicado en el que anunció los nombramientos. «Ahora los tendré a los dos conmigo en la Casa Blanca mientras trabajamos para hacer grande a Estados Unidos otra vez».
Ni Priebus ni Bannon aportan experiencia política importante a sus nuevos puestos en la Casa Blanca. El secretario general desempeña un papel importante en particular en la elaboración de políticas, ya que funge como enlace con las agencias del gabinete y decide la información que llega al escritorio del presidente. Suele ser una de las últimas personas que permanecen en la sala con el presidente cuando se toman decisiones importantes.
Al anunciar los nombramientos, Trump dijo que Priebus y Bannon trabajarán como «socios iguales», lo que en la práctica crea dos centros de poder en el Ala Oeste de la Casa Blanca. El arreglo es arriesgado y podría crear ambigüedad sobre quién toma las decisiones finales.
Hace mucho tiempo que Trump fomenta la rivalidad dentro de su equipo, tanto en los negocios como en su campaña electoral. Tuvo tres directores de campaña en la contienda por la Casa Blanca, creando una red de alianzas enfrentadas en su personal.
Priebus fue una elección tradicional que pretende servir de rama de olivo a los republicanos, que controlan ambas cámaras del Congreso, mientras Trump se prepara para poner en práctica su programa legislativo.
La designación de Bannon, sin embargo, es muy controversial.
Bajo el mando de Bannon, Brietbart defendió un ideario nacionalista y se convirtió en uno de los principales medios de la derecha alternativa, un movimiento a menudo asociado con las ideas de la supremacía blanca y la defensa de los «valores occidentales».
«La extrema derecha racista, fascista está representada a unos pasos de la Oficina Oval. Mantente muy atento, Estados Unidos», tuiteó John Weaver, un estratega republicano que trabajó para la campaña presidencial del gobernador de Ohio John Kasich.
AP