La locura aterrizó en el Signal Iduna Park en noche de Champions para dejar un rastro de goles tras de sí y a un Dortmund más líder que nunca en esta fase de grupos. Los de Tuchel comenzaron perdiendo pero en 22 minutos se le cayeron hasta cinco goles de los bolsillos para solventar el trámite ante un Legia tan atrevido en ataque como débil en defensa. Los polacos acabaron recibiendo una goleada histórica.
Fue una de esas noches que levantan a los aficionados de sus asientos y revuelven a los técnicos en los suyos. Un partido de mucho ataque y poca defensa. Un intercambio de golpes del que el Legia salió seriamente magullado. Se llevó seis en su primer duelo con el conjunto alemán y repitió experiencia en su visita a Dortmund.
Y eso que los polacos hicieron saltar la sorpresa a los diez minutos de juego. Odjidja desplazó a Bartra en el salto pero el colegiado no vio infracción en la pugna aérea. El balón llegó hasta Prijovic y el delantero helvético se inventó un mágico golpeo de exterior, inalcanzable para Weidenfeller.
Esa claridad ofensiva del Legia se la comió literalmente su deficiente sistema defensivo. De él sacó partido el Dortmund en tres minutos locos. Del 17 al 20 Kagawa confirmó la remontada y Sahin aumentó diferencias. El japonés empató de cabeza tras un gran centro de Dembele y repitió éxito con un duro disparo dentro del área. Con el Legia aturdido, Cierzniak salió con la guitarra en un despeje de puños y el balón se encontró con el pecho de Sahin para devolver el balón a las redes polacas.
El Dortmund, por cierto, tampoco estaba por la labor de ofrecer solidez en su primera línea. Prijovic volvió a evidenciar esa fragilidad al recortar distancias en el minuto 24. Cinco minutos más tarde, el larguero evitaba el ‘hat-trick’ del punta helvético.
Reus, regreso y ‘hat-trick’
El ritmo frenético no cesaba y Reus se apuntó a la fiesta el día de su regreso. El genial mediapunta alemán recuperó la sonrisa. Dos envíos precisos de Kagawa y Dembele le permitieron volver a lo grande tras pasar por un calvario con las múltiples lesiones sufridas.
Kucharczyk añadía otro gol para acentuar las concesiones defensivas de uno y otro. Aubameyang, que se había perdido la fiesta, salió en el tramo final pero no pudo apuntarse en la larga lista de goleadores en la noche de Champions porque el palo se cruzó en su camino. Y el orgasmo de goles se repitió en el tramo final con los tantos de Passlack y Nikolic en apenas dos minutos y la rúbrica de Reus, que cerró la goleada con su ‘hat-trick’.
El Signal Iduna Park vivió el partido con más goles en la historia de la Champions -superando la marca del 8-3 que firmó el Monaco ante el Deportivo- y el Dortmund selló su pase a octavos. El primer puesto se lo jugará con el Madrid en otra noche de aroma europeo. Pero eso, no hace falta ni insinuarlo, será otra historia.
DC | Marca