Una fotógrafa estuvo a punto de ser atacada por uno de los animales más peligrosos del mundo, pero se dio cuenta mucho tiempo después, mirando las fotos que había tomado.
Julia Sundukova -una fotógrafa profesional rusa- estaba explorando el parque nacional de Andasibe, en Madagascar.
La escena aparentemente no presentaba nada insólito: como se ve en la fotografía se trata de un típico paisaje tropical, con árboles y abundante vegetación.
Pero, escondido entre las hojas, algo estaba atentamente observando todos sus movimientos: un cocodrilo del Nilo, uno de los depredadores más mortales para el hombre.
Explicando cómo pasó tan cerca del peligro sin darse cuenta, Julia dijo: «Estaba explorando el área alrededor a la cabaña y me acerqué a un gran lago rodeado por una selva pluvial. No fue hasta cuando miré las fotos que noté un ojo, luego me di cuenta de que era un cocodrilo», explicó al diario británico The Sun.
Y agregó: «Los cocodrilos pueden mantener la misma posición por un largo tiempo, por eso probablemente no lo noté enseguida».
Por otro lado, y pese al peligro escapado, dijo admirar a los cocodrilos: «Es fantástico como pueden esconderse en el pasto y convertirse en parte del paisaje».
Los cocodrilos del Nilo pueden alcanzar un tamaño de hasta cinco metros de largo y se pueden encontrar en pantanos, ríos y lagos en la África subsahariana.
Se estima que cada año atacan entre 245 y 745 humanos. Los ataques son fatales en el 63 por cientos de los casos. Por eso se les considera uno de los animales más peligrosos para el hombre, junto con los leones y las serpientes venenosas.