Elián González, centro de una disputa internacional de patria potestad que libró Fidel Castro hace casi dos décadas, regresó el domingo a la escena pública para elogiar al otrora gobernante que luchó por llevarlo de vuelta a Cuba desde Estados Unidos.
En una repetición de los incesantes halagos que la prensa estatal ha dedicado al fallecido líder socialista, González dijo en la televisión gubernamental que el legado de Castro perdurará mucho tiempo.
«No hablar de Fidel en pasado… sino Fidel estará, será. Es presente y futuro. Hoy más que nunca hacerlo omnipresente», declaró González.
González tenía 5 años cuando él, su madre y otros cubanos intentaron cruzar el mar entre Cuba y Estados Unidos en 1999. Su madre pereció en la travesía, pero él sobrevivió y fue llevado a Florida.
Una enconada disputa se suscitó entre los parientes del entonces niño que vivían en Estados Unidos -que deseaban que él se quedara en territorio estadounidense- y su padre, que quería que lo regresaran a la isla.
Castro, que murió el viernes en la noche a los 90 años, convirtió la controversia en una célebre causa nacional y encabezó grandes manifestaciones para exigir el regreso de Elián con su padre. Al final, las autoridades estadounidenses lo devolvieron a la isla.
«Fidel fue amigo que en el momento difícil estuvo junto a mi familia, junto a mi padre e hizo posible que volviera junto a mi padre, que volviera a Cuba», afirmó González.
El joven emitió sus declaraciones mientras numerosos trabajadores engalanaban la amplia plaza de la Revolución, en la capital cubana, dentro de los preparativos para los homenajes que se dedicarán durante dos días al fallecido exgobernante.
Se espera que cientos de miles de personas acudan desde el lunes al lugar para recordar a Castro en La Habana frente al gran monumento al héroe de la independencia José Martí y a una enorme silueta de bronce del dirigente revolucionario Ernesto «Che» Guevara.
Una ceremonia multitudinaria pública está prevista para el martes en la plaza.
«Es un dolor muy grande. Aquí lo siente todo el mundo», dijo a The Associated Press Orlando Álvarez, un joyero de 55 años que se disponía a pescar en el malecón. «Todo el pueblo va a estar allí».
El gobierno de Cuba declaró nueve días de luto nacional por el fallecimiento de Fidel Castro. En La Habana, una ciudad por lo general llena de dinamismo, persistía un ambiente sombrío.
El Malecón, centro social de La Habana, estaba casi desierto el sábado por la noche y sólo se veían decenas de personas, en contraste con las miles que habitualmente acuden a la zona para divertirse los fines de semana.
«Nunca había vista tanta quietud en la plaza», dijo el turista español Miguel González mientras tomaba fotografías de la plaza de la Revolución.
AP