Miles de personas en toda la India salieron a protestar el lunes contra la decisión repentina del gobierno de sacar de circulación los billetes de mayor denominación, una medida que ha provocado enormes penurias a millones en una economía en la que predominan las transacciones en efectivo.
La respuesta al «día de furia» convocado por los partidos opositores fue desigual, y las protestas solo afectaron la marcha de la vida cotidiana en estados gobernados por la oposición.
Hace tres semanas el primer ministro Narendra Modi anunció que los billetes de 500 y 1.000 rupias (equivalentes a 7,50 y 15 dólares) perderían su valor inmediatamente y serían reemplazados por una nueva moneda para combatir la corrupción y la evasión fiscal.
Con esta decisión, el 86% del dinero salió de circulación, lo que provocó larguísimas colas en los bancos, que en muchos casos se quedaron sin fondos, prueba de que el gobierno no se había preparado para la decisión.
Los partidos opositores dicen que el gobierno administró mal la reforma monetaria y exigen que Modi dé explicaciones ante el parlamento.
En Nueva Delhi los partidos opositores, incapaces de superar sus diferencias, realizaron actos por separado.
Con todo, varios dirigentes regionales apoyaron la medida de Modi, que según ellos ayudará a combatir la corrupción y poner fin a la práctica de los ricos de acumular dinero en efectivo no declarado, lo que en la India se llama «dinero negro».
AP