Poco más de una hora bastó para que las vías de Barquisimeto y Cabudare se convirtieran en caudales producto de la copiosa lluvia que arreció, ayer por la noche. En la ciudad capital, la zona sur y este fueron las más afectadas.
Avenidas de circulación rápida como la Uruguay y la Intercomunal Barquisimeto-Cabudare se hicieron ríos que arrastraron piedras y ramas. Esto ocasionó congestionamiento y vehículos accidentados a mitad de camino.
En la bajada de Santa Rosa, había por lo menos cinco carros pequeños averiados. En la avenida Bracamonte con Lara, los choferes de una Blazer y un Spark se vieron obligados a detener la marcha porque el agua cubría totalmente ese trecho. Mientras tanto, a pocos metros del distribuidor Valle Hondo, en Palavecino, los conductores de un par de camionetas intentaron atravesar por encima de la isla y se quedaron estancados en el fango.
En cuanto a casas inundadas, al cuerpo de bomberos de Iribarren reportaron varios casos.
Allí, residen ocho familias. Por fortuna, todos lograron salir antes de que el techo se viniera abajo. Pero el interior de la casa se inundó y las cloacas se desbordaron, como lo relató Diviley Angarita, una de las madres afectadas. Ella debió refugiar a los niños dentro de un carro porque no tenía dónde pasar la noche.
DC|IMP