Los trabajos de saneamiento de petróleo en el municipio Simón Bolívar se paralizaron. La medida accionada por un grupo, de 136 personas, integrada por pecadores afectados, mujeres y hombres de los sectores invadidos por las manchas negras, aseguró que se incrementa las posibilidades un colapso en la zona.
La falta de respuestas sobre el pago por un mes de trabajo en las costas y el daño ambiental, que ocasiona el exceso hidrocarburo en la zona, desató el malestar de los habitantes. Reinaldo Flores, afectado, señaló ayer que el 80 por ciento de los trabajadores son pescadores. “El trabajo no termina en las costas y zonas afectadas. La jornada de recolecta continua en las casas porque el petróleo está propagado en todos lados”, detalló el pescador.
Solo cuentan con guantes, palas y bolsas para recoger petróleo. Luis Mogollón, explicó que los desechos son almacenados en una zanja artificial y creada para el plan de trabajo. Una vez que depositan el crudo en la fosa, deben extraerlo con camiones volteo. Afirmaron que esa parte no lo están ejecutando.
Peligro de extinción
Además de empañar la principal actividad económica y caminar entre las manchas del crudo que rodea sus viviendas, los residentes de Las Yaguasas I y II, San Isidro I y II denuncian que, a pesar de realizar la labor de recolección, se requieren más medidas para sanear las zonas afectadas.
La laguna de Las Yaguasas es uno de los emporios de vida animal y vegetal más importantes de la Costa Oriental del Lago. Abarca una superficie de 340 hectáreas que se puede observar desde de la avenida Intercomunal Cabimas-Ciudad Ojeda.
Los residentes alarmados por la irregularidad, señalaron que con la llegada del crudo el lugar, considerado en un momento como parque de recreación, está en un proceso continuo de destrucción. Los manglares y una serie de especies de peces y aves que hacen especial el lugar están abarrotados de petróleo.
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