Michael Guntrum perdió su iphone mientras intentaba atrapar un pez en el lago Kyle durante el invierno de 2015. Hace dos meses, en septiembre, las autoridades de la región drenaron el lago para realizar tareas de limpieza. Aprovechando la coyuntura, Daniel Kalgren registró la zona con un buscador de metales con la esperanza de recuperar algo de valor.
Así fue, encontró un iPhone sensiblemente oxidado y con una funda protegiéndolo. Después de dejarlo dos días en arroz lo enchufó y alabado sea Steve Jobs, el iPhone 4 volvió a encenderse. Puede deducirse que no estaba protegido por código porque consiguió encontrar el número del propietario, su dirección y devolvérselo.
¿Cómo consiguió un teléfono resistir todo un invierno bajo el agua a temperaturas bajo cero? Probablemente, gracias a la resistente funda.
DC|ML