Una mujer y una bebé de tres meses de nacida murieron como consecuencia de un derrumbe ocurrido el pasado 2 de diciembre en el sector Las Torres, de la parroquia La Vega en Caracas.
En el hecho murió tapiada Yiberlú Revette, de 24 años de edad, mientras que la bebé Aranxa Muñoz de 3 meses falleció el pasado sábado en el Hospital Pediátrico Elías Toro de Catia, debido a complicaciones generadas como consecuencia de haber sufrido un traumashock por aplastamiento y por la ingesta de aguas negras. En este mismo centro de salud se encuentra recluida en estado delicado la hija de dos meses de la occisa.
Nancy Mendoza, mamá de Aranxa Muñoz, recuerda que el deslizamiento que los afectó ocurrió de manera imprevista.
«Estaba haciendo el tetero de la niña en la madrugada del viernes 2 de diciembre, sentí unos ruidos extraños y pensé que eran los perros pero de pronto se nos vino el techo encima, corrí y cuando fui a ver al cuarto donde estaban las dos bebé y mi amiga, vi que la cama estaba totalmente tapiada, comencé a gritar pidiendo ayuda, al principio nadie nos ayudó, al rato fueron llegando a ayudarnos, estuvimos hasta las 3:00 am, sacando palas de barro, primero pude sacar a mi hija, estaba morada pero viva; luego seguí cavando y encontramos a la otra bebé».
Agregó que mientras ella fue a un CDI con la niña, su pareja y los demás vecinos siguieron sacando tierra para rescatar a mi amiga, pero no fue sino hasta las 3:00 de la madrugada cuando dieron con ella, tenía una piedra encima del vientre aplastándola».
Con la niña salió y pidió una cola a un vecino quien la llevó hasta un CDI del sector, «centro en el que sólo la vieron por encimita, no le hicieron exámenes ni nada, me dijeron que estaba bien, que no tenía nada, a los días comenzó a presentar una erupción muy extraña en la boca, tal vez porqué le saqué tierra de su boquita, se le comenzaron a romper las encías, luego comenzó a tener fiebre y diarreas, la niña se estaba poniendo mal por lo que la llevé al Hospital Pediátrico Elías Toro de Catia, allí la doctora nos dijo que estaba muy mal».
En este mismo centro de salud se encuentra la otra niña, quien también presenta diagnóstico reservado, debido a los efectos de haber permanecido durante unos largos minutos asfixiándose y con tierra dentro de ella.
Criticó que a pesar de que el deslizamiento ocurrió a primeras horas de la madrugada del 2 de diciembre, no fue sino hasta pasadas las 6:30 de la mañana, cuando llegaron los rescatistas, «Cuando ya no había nada qué hacer. Ellos tenían que esperar que ocurriera una tragedia para desalojarnos, no es posible que ocurrieran esas muertes para que finalmente nos trasladaran a un refugio, a pesar de que lo intentamos tantas veces porque temíamos que algo así nos sucediera», agregó
En relación al tema del diagnóstico médico que le dieron en el CDI dijo: «Uno se confía porque son médicos, uno cree que ellos saben, pero allí está la cosa, mi hija se murió, ellos pudieron habernos dicho que necesitaba estar hospitalizada y habríamos movido cielo y tierra para llevarla a un centro de salud, pero nos dijeron que estaba bien, no le pusieron ni un antibiótico, nosotros nos conformamos con esa noticia que fue una bendición, pero luego la niña comenzó a empeorar, ahora está muerta».
DC|EU