Edixon Alexander Arrieche Vargas, de 47 años, trabajaba como vigilante en Quíbor, municipio Jiménez, en el estado Lara, y residía en la casa 7 del sector 4 de la comunidad de La Batalla, hasta que fue detenido porque presuntamente abusaba sexualmente de la mayor de sus cinco hijas, además de esclavizarla por alrededor de seis meses. La aprehensión fue realizada por la Brigada de Violencia de Género del Cicpc Subdelegación San Juan.
Su esposa lo dejó
Arrieche Vargas era un hombre que vivía con su esposa y cinco hijas, pero hace más de un año su pareja se fue y con ella tres de sus hijas. En la vivienda quedó Yuri Alexandra Arrieche (21) y otra de 16 años de edad.
La adolescente conoció a un joven de quien se enamoró y se fue a vivir con él por la misma barriada, de vez en cuando daba rondas para ver a su hermana, quien es una joven con condición especial, pues desde pequeña sufría de convulsiones y tras sufrir fuertes cuadros de fiebre empeoró, además sufre de esquizofrenia.
La adolescente dejó de ir a la casa a ver a su hermana y la condición de la joven de 21 años, quien aparentemente no recibía ningún tipo de medicamento, empeoró. Comenzó a escaparse de la vivienda, hasta que hace unos meses fue localizada por los vecinos desnuda en plena autopista, aparentemente habían abusado sexualmente de ella, una vez en manos de personas de la comunidad se la entregaron a su padre.
Desde ese momento Arrieche Vargas la comenzó a encerrar en su casa. La joven gritaba a diario, cuando estaba su padre los vecinos escuchaban como éste la mandaba a callar. Nadie se atrevía a acercarse a la morada, pues el vigilante era una persona mal encarada y no tenía contacto casi con nadie de la comunidad, incluso cuando le entregaban la bolsa de comida nunca llegaba a dar acceso a su morada.
Pasaron los meses y la hija del vigilante no se veía por ningún lado, los vecinos, quienes no quieren identificarse, la describen como una joven delgada, de piel blanca, cabellos claros, ojos azules y con una cara hermosa, que podría resaltar de cualquier muchacha del barrio. Manifestaron que comenzaron a sentir preocupación porque su padre salía en las mañanas y regresaba en la tarde o en ocasiones en la noche. Todos se preguntaban cómo se alimentaba esa joven.
Un censo
A la comunidad arribaron unas personas a realizar unos censos para mejoras de viviendas y cuando llegaron a la casa marcada con el número 7, vieron que por el lado de la ventana estaba una reja que sellaba una ventana tanto por la parte interna como externa, además tenía alambres y una tapa de metal con palos. En ese momento el dueño de la morada no se encontraba, comenzaron a consultar con los vecinos y supieron que una persona habitaba en ese lugar.
El hecho fue denunciado ante la Fiscalía Tercera, para Defensa de la Mujer, quien coordinó con la Brigada Contra Violencia de Género del Cicpc Subdelegación San Juan y el pasado viernes 9 de diciembre una comisión acudió a la vivienda.
Una vez más el dueño de la casa no estaba, pero al observar los barrotes y con presencia de los fiscales del Ministerio Público, los funcionarios de San Juan ingresaron por la ventana de la vivienda. En uno de los cuartos se encontraron con una reja, detrás de ella una litera y en el piso se observaron platos de comida, además de ropa, sábanas, y cubierta por las mismas una joven, al parecer estaba desnuda.
Aparentemente la joven estuvo encerrada por un lapso de seis meses. Tras abrir los barrotes, los funcionarios liberaron a Yuri Alexandra, la vistieron y pidieron agua a los vecinos, porque ella expresaba tener mucha sed.
Los funcionarios la trasladaron luego hasta el Seguro Social Pastor Oropeza, y tras una revisión por parte de los médicos de guardia constataron que sufre un severo cuadro de desnutrición, además de haber sido abusada sexualmente.
Los médicos indicaron que dichas lesiones de abusos fueron causadas recientemente.
Padre detenido
Los funcionarios del Cicpc San Juan le dejaron una citación al padre de la joven y el señor Arrieche Vargas una vez que la recibió se presentó ante el despacho, donde alegó que mantenía a su hija encerrada porque no tenía quién se la cuidara. Al preguntarle por los signos de abuso sexual que consiguieron en la joven, el hombre no expresó nada, se quedó callado ante las autoridades y de inmediato fue privado de su libertad.
Los vecinos de dicha barriada indican que no tenían idea de todo lo que pasaba dentro de esa casa, pensaban que el vigilante la tenía encerrada pero libre en toda la vivienda, jamás llegaron a imaginarse que estaba presa en su propia casa.
Lo que sí aseguraron es que una vez que este hombre llegaba a la vivienda, ellos escuchaban como le gritaba a la joven y la mandaba a callar.
El vigilante fue presentado ante los tribunales larenses e imputado por los delitos de violencia sexual agravada, privación ilegí tima de libertad, sometimiento a esclavitud y violencia psicológica agravada en grado de continuidad.
Como sitio de reclusión le dieron el Centro Penitenciario David Viloria, mejor conocido como Uribana, aunque todavía continúa en la sede de la Subdelegación San Juan.
Pena máxima
Tras la contundencia de las pruebas presentadas por el Ministerio Público, fue condenado a 30 años de prisión Washington Domenech Ponce (35), por abusar sexualmente de una adolescente de 12 años de edad en la parroquia Catedral de Barquisimeto, estado Lara, desde el 07 de diciembre de 2013.
La fiscal 16º auxiliar, Glarey Rico, ratificó los órganos de prueba contra el hombre por incurrir en el delito de violencia sexual agravada en grado de continuidad.
La audiencia se llevó a cabo en el Tribunal 1º de Juicio de Lara en materia de Violencia de Género, instancia que luego de evaluar las pruebas presentadas por la fiscal del caso, condenó a Domenech Ponce, quien cumplirá la pena en el Internado Judicial David Viloria, ubicado al norte de la ciudad.
El hecho ocurrió el pasado 09 de julio de 2014 luego que la víctima contó a un familiar que el hombre abusaba de ella, razón por la cual colocaron la denuncia.
La fiscalía solicitó una orden de aprehensión contra el victimario, quien fue detenido ese mismo día, en la casa donde se suscitó la situación.
DC|IMP