La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca genera también muchas expectativas en la comunidad venezolana, exiliada en los Estados Unidos.
Organizaciones civiles y activistas radicados en la ciudad de Miami esperan que la nueva política exterior en Washington traiga cambios en las relaciones con Venezuela.
«Tengo mucha fe que la nueva administración realmente apoye más a la diáspora dentro y fuera de Venezuela, en comparación con Obama. Él (Trump) ha mostrado interés y dentro del equipo de transición sumó a activistas y profesionales cubano-americanos que conocen y abogan por la situación tanto de Cuba como de Venezuela», asegura Patricia Andrade, activista por los Derechos Humanos.
Las designaciones en materia de Seguridad y Defensa dentro del nuevo gabinete ejecutivo hacen pensar que Trump tendrá una posición más frontal con el gobierno de Nicolás Maduro. Así lo cree José Colina, presidente de la organización Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
«Creemos que la política exterior con Venezuela va a ser más dura. Que su gabinete esté compuesto por personas que conocen el país, como el nuevo Secretario de Estado, puede generar una reacción en contra. Esperamos que Trump tenga una política más severa con Venezuela», agrega.
Una postura diferente a la asumida por Obama, dicen, y que, según Andrade, le costó sancionar a siete funcionarios venezolanos, «engavetando más de 300 denuncias» que ahora pueden salir a la luz con Trump en la presidencia.
Nuevas Acusaciones
Este miércoles la organización Veppex entregará una comunicación ante el Departamento de Justicia, y otros organismos federales, en la que reiteran las denuncias en contra del gobierno de Maduro. También solicitarán la aprobación de una ley de Ajuste Venezolano que permita regularizar la situación en suelo norteamericano.
Por su parte, Marina Alcalá, vicepresidente de la organización Movimiento Organizado de Venezolanos en el Exterior, MOV, indicó que presentarán una solicitud al gobierno de Trump para que se apoye la aplicación de la carta democrática en Venezuela.
«La idea es recoger más de 100 mil firmas, acompañadas de pruebas de todo lo que ha pasado en Venezuela. Es una petición que se está recogiendo en todo el mundo y que se presentará tanto en el congreso como en la Casa Blanca».
¿En riesgo de Deportaciones?
La activista en Derechos Humanos, Patricia Andrade opina que los venezolanos no tendrán mayores dificultades durante la administración de Trump. La mayoría se encuentran en estatus legal, salvo quienes hayan cometido alguna irregularidad durante su estancia en los Estados Unidos.
Tampoco cree que varíe la situación para quienes están asilados. «La ley de asilo es universal y eso se respeta. Aquí las instituciones se mantienen, este es un país con estado de derecho y aunque Trump puede tener órdenes ejecutivas, siempre hay leyes por encima de eso. Lo que sí ha asomado es una reforma migratoria, que Obama no cumplió en sus dos periodos. Yo espero que esta vez se logre».
Sin embargo, ante el anuncio de nuevas reformas migratorias, las organizaciones de exiliados siguen con cautela lo que pueda ocurrir con sus connacionales. Incluso ante la posibilidad de futuras deportaciones, lo que genera preocupación en los venezolanos.
«Tenemos una incertidumbre de cuál va a ser la postura de respeto a esta materia. Sabemos que se va endurecer los controles migratorios y respetamos las decisiones, pero los venezolanos deben tener un tratamiento por la crisis actual que vivimos», expresa el presidente de Veppex.
Solo en el último año, la organización registró la llegada de al menos 20 mil venezolanos en el sur de Florida que han solicitado asilo político.
«Recibimos a diario un promedio de 20 a 25 llamadas para solicitar información o apoyo. Es un aumento que crece, a medida que se agudiza la crisis política en Venezuela».
DC|2001