A las once de la mañana del jueves falleció Pedro Gilberto Duno Rivas, de 69 años, en el hospital de El Llanito.
El anciano estaba recluido en la casa hogar Santo Domingo, ubicada en la calle Neverí de Colinas de Bello Monte.
En horas de la madrugada de ese jueves, fue atacado a golpes por un hombre esquizofrénico que también vive allí. Le propinó una brutal golpiza que lo dejó inconsciente en la habitación.
El único hijo de la víctima, del mismo nombre, dijo que lo llamaron a las seis de la mañana del jueves para notificarle que debía acudir al centro porque su padre estaba lesionado.
«Llegué en menos de veinte minutos al lugar y encontré mi padre casi muerto. Lo estaban atendiendo unos paramédicos», relató el hombre.
Lo cierto es que el anciano presentó heridas abiertas y hematomas en el rostro, además de fractura nasal.
Los familiares no entienden por qué los trabajadores de la casa hogar no atendieron la emergencia al momento, más aún cuando la habitación del enfermero de guardia está ubicada al lado de donde dormía el anciano.
Residentes de la zona aseguraron que en la madrugada escucharon los gritos que salían desde ese lugar.
«Yo no quiero cuestionar al esquizofrénico que atacó a mi padre y lo mató, sino la falta de atención inmediata que falló en ese sitio», dijo el hijo.
Sin embargo, los parientes del fallecido denunciaron que en ese centro no cumplen con normativas legales, pues el único paciente con esquizofrenia que aceptaron fue el que le provocó la muerte a Pedro.
«Un paciente en esa condición no puede estar con unos ancianos que necesitan atención. Así como Pedro fue atacado, ese sujeto también puede atacar a otros. Es necesario que esté en un sanatorio mental, donde realmente reciba las atenciones que requiere», dijeron allegados.
Incluso, la mañana de ayer, el hombre estaba en el patio delantero de la casa hogar fumando y con vendas en las manos, producto de las heridas que le quedaron tras la golpiza que le propinó al compañero.
Nunca lo mantuvieron aislado, pese a la condición violenta que presenta con regularidad.
Ante esto, uno de los directores de la casa hogar, Frank Lugo, dijo que se trató de un accidente y que en el lugar «los pacientes están debidamente tratados y tienen varias patologías».
En relación con el cuestionamiento sobre la estadía del paciente con esquizofrenia, resaltó que la familia se lo llevaría del lugar para otro centro.
«En cualquier momento pueden suceder estos accidentes. Seguramente había sido algo sobrevenido, algo que le hizo el señor y por eso lo atacó así», justificó el encargado del lugar, ante la muerte del anciano.
Dijo, además, que allí están residenciados 40 ancianos y tienen 18 empleados para atenderlos, cinco de ellos cumplen guardia durante las noches.
Tras conocerse el fallecimiento de Pedro, residentes de la zona denunciaron que no es la primera vez que suceden casos similares, donde ancianos resultan heridos en las instalaciones.
Refirieron que en muchos casos, los abuelos son maltratados y cuando los familiares acuden a visitarlos le encuentran hematomas en el cuerpo producto de haber sido pellizcados o tratados a la fuerza por el personal.
Exigieron a las autoridades una supervisión exhaustiva del centro para evitar que sigan repitiéndose estos hechos.
DC|EU