Luego de dos meses de sufrir molestias en la zona abdominal, un hombre de la India decidió que era hora de buscar consejo profesional. El análisis médico detectó una leve anemia, por lo que decidieron realizarle exámenes más profundos. Así, durante una colonoscopia, los especialistas lograron dar con la causa: había una presencia movediza, que terminó siendo más grande de lo que esperaban.
«Era una parte ondulante de la lombriz», relató Cyriac Phillips, quien detalló el caso al portal especializado The New England Journal of Medicine. Sin embargo, una posterior endoscopia reveló que el tamaño era más considerable del que habían previsto.
Los médicos del Hospital Instituto del Hígado y Ciencias Biliares, en Nueva Delhi, sedaron al paciente para extraer al gusano por su boca. Comenzaron a tirar. Y a tirar. Pero el parásito no terminaba de salir por completo.
Finalmente, los especialistas terminaron el procedimiento y pudieron medir a la tenia solitaria: la lombriz tenía un largo de 1,88 metros que merodeaban por el sistema digestivo del paciente.
«La jalamos suave y firmemente y al final se completó la operación después de aproximadamente 1 hora y 15 minutos. Nunca había visto una solitaria de este largo antes de este caso en particular», comentó Phillips en su reporte.
Este tipo de parásito, según enciclopedias médicas, puede medir más de 3 metros y alojarse durante años en los intestinos, ya que muchas veces no producen síntomas importantes que obliguen a visitar al médico. Entre los signos más notorios de su presencia, está el dolor abdominal, que suele ser confundido con otras causas.
DC|LV